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martes, 18 de mayo de 2010

Luz sobre los «años de plomo»

- Los colectivos de Memoria Histórica lamentan el «brochazo grueso y los tabúes» en torno al régimen franquista
- Las asociaciones republicanas piden que se explique la Dictadura para que los más jóvenes conozcan lo que pasó




Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

Las asociaciones asturianas de Memoria Histórica consideran «imprescindible» que el franquismo sea «estudiado y difundido con el máximo rigor», huyendo del «brochazo grueso, de las lagunas y de los tabúes» que todavía aprecian en buena parte de los análisis más extendidos sobre un período que no dudan en colocar entre «los más tristes y oscuros de la historia de España». Entre otras cosas, los responsables de estos colectivos -consultados con motivo de la publicación, por parte de LA NUEVA ESPAÑA, del coleccionable «Asturias bajo el franquismo»- estiman «fundamental» que las nuevas generaciones sepan que el régimen «surgió de un ataque sangriento contra un régimen democrático y legalmente constituido».

Víctor Luis Álvarez, presidente de Memoria Histórica Asturiana y vocal de la Federación Asturiana Memoria y República, define el franquismo como «un régimen que se basó en una brutal represión y en un intento de control de la clase obrera, especialmente en Asturias, donde era más levantisca». Álvarez, que se muestra muy crítico con la ley de Memoria Historia impulsada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, subraya que «el régimen franquista, salido de un golpe militar contra el Gobierno republicano legalmente constituido, fue culpable de las etapas de hambre que vivió España en la década de los cuarenta, y, también, de las grandes represiones que siguieron a las huelgas de los años sesenta».

Víctor Luis Álvarez entiende que a la hora de enjuiciar el franquismo «hay que separar claramente la visión económica de la política». En este último caso, entiende que el régimen «avanzó muy poco en cuarenta años y acabó cayendo, entre otras cuestiones, porque resultaba inviable su continuidad más allá de la muerte del dictador». Sin embargo, sí que reconoce «ciertos avances en el tema económico» y no tiene inconveniente en destacar que para la industrialización de Asturias resultó «clave» la creación del Instituto Nacional de Industria (INI), «a través del cual se llevaron a cabo importantes inversiones». Con todo, en la balanza del presidente de Memoria Histórica Asturiana, «los avances industriales palidecen ante la falta de libertades o las terribles prácticas llevadas a cabo por la brigada político-social y la brigadilla, siempre omnipresentes ante cualquier veleidad democrática». Afiliado al Partido Comunista de España (PCE) a comienzos de la década de los sesenta, Álvarez también censura la actuación de la Iglesia, «con sus constantes apelaciones al infierno o su particular odio hacia cuestiones como el baile». A este respecto, incide en que «la influencia eclesial en el franquismo era tal que el alcalde de Gijón, ya en los años 1957, 1958 y 1959, publicó bandos en los que obligaba a la mujeres a pasear por la playa en albornoz o a que su bañador tuviera una pequeña falda». Fueron «años de plomo con cosas que parecen imposibles, pero que pasaron y los jóvenes de hoy deben de conocerlas», resume Víctor Luis Álvarez.

Por su lado, Luis Miguel Cuervo, de la asociación «Todos los Nombres», asegura que el franquismo fue «una etapa triste y oscura de la que todavía hoy se oculta deliberadamente». ¿Ejemplos? «Se dice que el régimen fue una consecuencia de la Guerra Civil, pero la contienda duró tres años y la dictadura cuarenta», indica Cuervo, que considera «fundamental» que la gente «sepa que el motivo de la guerra fue un ataque sangriento a la legalidad». Cuervo añade que «no se puede igualar a los dos bandos, cuando lo cierto es que uno defendía la democracia y la legalidad y el otro se levantó en armas contra el Gobierno». Para el presidente de «Todos los Nombres», esta «visión deformada de lo que ocurrió obedece a los tabúes impuestos por los descendientes de los implicados en el franquismo, que tratan de justificar aquello incapaces de romper con el pasado». Cuervo sentencia que «los nexos de unión entre la derecha actual y el franquismo hace que siga habiendo dos Españas».

http://www.lne.es/asturias/2010/05/18/luz-anos-plomo/916843.html


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