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sábado, 31 de marzo de 2012

Estudiantes alemanes conocen la memoria histórica de las fosas del franquismo

30/03/2012 




Paco Etxeberria explicó a los estudiantes alemanes la memoria histórica de la época franquista y el trabajo que realiza Aranzadi referente a la exhumación de fosas de la Guerra Civil.
El pasado 22 de marzo un grupo de estudiantes de secundaria de Lübeck (Alemania) que están realizando un intercambio con el Instituto Bilbozahar de Bilbao, visitaron el Laboratorio Forense de la UPV-EHU, donde Paco Etxeberria les explicó la labor de Aranzadi en el proceso de localización y exhumación de fosas de la Guerra Civil y el Franquismo; así como las tareas de identificación de los restos que se llevan a cabo en el laboratorio.

viernes, 30 de marzo de 2012

VIII HOMENAJE a las VÍCTIMAS del CAMPO de CONCENTRACIÓN de CASTUERA y de la REPRESIÓN FRANQUISTA

De DIMEMARCHENA




VIII HOMENAJE a las VÍCTIMAS del CAMPO de CONCENTRACIÓN de CASTUERA y de la REPRESIÓN FRANQUISTA

CASTUERA 14 Y 15 DE ABRIL DE 2012


Organiza: Asociación Memorial Campo de Concentración de Castuera AMECADEC

Una de las principales razones de la existencia de esta Asociación es el apoyo a las familias de represaliados por el franquismo, tanto en el Campo de Concentración de Prisioneros de Castuera como fuera de él. Y por ello, ha sido uno de los fines de la misma, desde sus orígenes, indagar el paradero del desconocido número de “desaparecidos” que generó la represión franquista de guerra y posguerra. Aunque esta tarea debiera asumirla el Estado, como sucede en otros países democráticos, desde AMECADEC nos vemos obligados a dirigir nuestros esfuerzos a tratar de detectar y exhumar el mayor número posible de fosas clandestinas.

El pasado año por fin se hallaron dos fosas de represaliados por el franquismo en el término municipal de Castuera, logro que no hubiera sido posible sin el apoyo que todos los años desde que se organiza el Homenaje a las víctimas del Campo de Concentración, nos brindáis todas las personas que asistís tanto a las actividades como a la marcha, y sin el trabajo desinteresado de decenas de voluntarios que trabajaron con ahínco el pasado verano, y a quienes queremos dar públicamente las gracias.

Por ello, este VIII Homenaje está dedicado a las víctimas y sus familias, como siempre, y a todos aquellos que de una manea u otra alentáis el trabajo que venimos realizando desde hace años.

Programa de Actos

Sábado 14


19’00 h.
Centro Cultural de Castuera

Primera intervención:
“Las fosas comunes de represaliados del franquismo del cementerio de Castuera: aproximación a los resultados de la exhumación”.
Laura Muñoz Encinar
(Arqueóloga y Antropóloga Forense).

Segunda intervención:
“El duelo interrumpido: el silencio de la dictadura y el clamor de los nietos”.
Silvia María Álvarez Merino y Tania Sánchez-Tembleque Muñoz
(Psicología Sin Fronteras Andalucía).

Domingo 15
11’00 h. Plaza de España
MARCHA AL CAMPO DE CONCENTRACIÓN
Recorrido que hacían las cuerdas de presos republicanos entre la Prisión del Partido y el Campo de Concentración.

Nuestro agradecimiento a quienes con su apoyo, participación y colaboración, hacen posible cada año este homenaje. AMECADEC.


El Supremo emplaza al Gobierno a abrir las fosas del franquismo e identificar a los muertos

JUAN CARLOS ESCUDIER | 30 DE MARZO DE 2012

Desde que The New York Times les puso a caldo por empurar a Garzón a cuenta de la causa contra el franquismo, los jueces del Supremo, que son muy mirados con lo suyo, no han cesado en sus intentos por lavar su imagen a mano y a máquina. A la absolución del exmagistrado, toda vez que ya había sido obligado abandonar la carrera por el asunto de las escuchas de la Gürtel, le ha seguido un auto hecho público ayer en el que, por un lado, ratifican que los crímenes de la dictadura no son perseguibles penalmente pero, por otro, emplazan al Gobierno a abrir las fosas de los represaliados e identificar a los muertos. Con esto esperan dejar de ser considerados parte del “pensamiento totalitario de la era de Franco”.

Lo primero no es ninguna novedad ya que, según su propia doctrina, el Supremo entiende que no es posible catalogar dichas acciones como crímenes contra la humanidad porque dicho delito no estaba tipificado como tal cuando fueron perpetrados. ¿Consecuencia? Pues que los asesinatos habrían prescrito, y aunque no fuera así tampoco podrían ser juzgados en virtud de la ley de Amnistía de 1977. Con las mismas, decide que las competencias sobre la apertura de las fosas del franquismo corresponde a los juzgados de las localidades en que se encuentren y no a la Audiencia Nacional.

La segunda parte del auto es la que permite a sus señorías nadar y guardar la toga, ya que invoca varias resoluciones de Naciones Unidas referidas a las reparaciones que corresponden a las víctimas de violaciones manifiestas de los derechos humanos. En concreto, una de 2006 en la que se reconoce el derecho de los afectados a “la verificación de los hechos y la revelación pública y competa de la verdad”, así como “la búsqueda de (…) los cadáveres de las personas asesinadas, y la ayuda para recuperarlos, identificarlos si fuera necesario, y volver a inhumarlos según el deseo explícito o presunto de la víctima o las prácticas culturales de su familia y comunidad”. Y como se subraya más adelante, esa misión corresponde al Estado y, por tanto, al Gobierno que lo representa.

Resumiendo, los familiares de los asesinados por el franquismo no podrán perseguir penalmente a sus autores pero sí recurrir a los jueces para que daten los crímenes e identifiquen a las víctimas. Añade el Tribunal que, tanto por dignidad como por razones de “policía sanitaria mortuoria”, los restos “no pueden permanecer en el anonimato ni fuera de los lugares propios de enterramiento. Y tampoco cabe imponer a sus familiares el gravamen representado por tal clase de situaciones, moral y jurídicamente insostenibles”. Ello implica, necesariamente, exhumarlos de las cunetas donde se encuentran y hacerlo a cargo del Estado y no del voluntarismo de las ONG dedicadas a la recuperación de la memoria histórica.

El Supremo hace algo más. Cita las disposiciones que los familiares podrán invocar judicialmente para recuperar a sus muertos, desde la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1881 -en tanto en cuanto no exista otra regulación sobre expedientes de jurisdicción voluntaria- a la del Registro Civil de 2011. El Gobierno, que recientemente decidió cerrar la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil, lo tiene un poco más difícil para hacer como quien oye llover.


Pamplona coloca un monolito con una placa en la Vuelta del Castillo en memoria de los 298 vecinos fusilados en 1936

Monolito Colocado En La Vuelta Del Castillo En Memoria De Los Fusilados

PAMPLONA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Pamplona ha colocado un monolito de piedra con una placa en la vuelta del Castillo que recuerda a los 298 vecinos fusilados en la ciudad en 1936.

El monolito se ha instalado en la zona donde anualmente se reúnen miembros de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra para rendirles homenaje, cerca de la Puerta del Socorro de la Ciudadela. En la colocación del monolito ha participado Josetxo Arbizu en representación de la citada asociación.

Con esta acción, ha explicado el Consistorio pamplonés en un comunicado, se da cumplimiento a una moción aprobada en Pleno el pasado 16 de septiembre, y que recogía anteriores mociones sobre memoria histórica en las que se pedía el reconocimiento explícito a los fusilados.

La placa dice textualmente en castellano y en euskera: 'El Ayuntamiento y la ciudad de Pamplona, como homenaje a los 298 vecinos fusilados en 1936 por defender la libertad y la justicia social'.

Además, en diciembre de 2011, el Ayuntamiento de Pamplona colocó, en el Zaguán de la Casa Consistorial, una placa conmemorativa para recordar a los concejales y trabajadores municipales republicanos que murieron fusilados en el alzamiento de 1936.



Una ponencia estudiará la situación de la atención a las víctimas de 1936

EN EL PARLAMENTO FORAL

PAMPLONA, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Parlamento de Navarra ha aprobado la creación de una ponencia para estudiar la situación actual de la atención a las víctimas de 1936 en la Comunidad foral y procurar medidas para su "apoyo, reparación, recuerdo y justicia".
La propuesta, presentada por el PSN e Izquierda-Ezkerra y que ha sido apoyada por todos los grupos de la Cámara salvo el PPN que se ha abstenido, tiene por objeto "recuperar la memoria histórica en relación con las más de 3.260 personas asesinadas en Navarra a raíz del golpe del 36, restituyendo, reconociendo y rehabilitando su memoria, y localizando y exhumando sus restos".

Para ello, se plantean como cuestiones fundamentales a debatir las "medidas de protección y búsqueda" de las personas y el reconocimiento de las "necesidades y demandas de las familias y asociaciones de víctimas del franquismo", todo ello con el fin de solventar un "problema colectivo de memoria democrática".

La ponencia, que podrá recabar valoraciones y propuestas de diferentes personas, expertos y agentes sociales, desarrollará sus funciones hasta la finalización del trabajo encomendado, que deberá estar concluido y plasmado en un informe en el plazo de seis meses prorrogables.
LLEGAR A CONCLUSIONES "MÁS EXACTAS"

Para defender la propuesta, la parlamentaria del PSN Maite Esporrín ha destacado que con esta ponencia se quiere "llegar a una investigación que nos aporte mucho más" sobre la situación actual de las víctimas del franquismo y así lograr "unas conclusiones más exactas" y "reconocer a todas las víctimas de la guerra y la posguerra, que tanto sufrieron".

Por su parte, Txema Mauleón, de Izquierda-Ezkerra ha considerado necesario constituir una ponencia parlamentaria para hacer "un trabajo amplio y profundo" sobre esta cuestión, "de tal manera que lleguemos a conclusiones para reparar y atender aquellas cuestiones pendientes que están reclamando las asociaciones de familiares de víctimas". "No se pretende abrir heridas, sino cerrarlas", ha precisado.

Mauleón ha remarcado que en Navarra fueron asesinadas más de 3.200 personas, de las que "más de 1.000 siguen desaparecidas y sus familiares siguen sin saber dónde están". "Durante décadas ha habido un absoluto olvido hacia estas víctimas", ha lamentado el parlamentario de I-E, quien ha incidido en que se trata de un tema que "sigue causando mucho dolor".

En el turno a favor, se ha pronunciado el parlamentario de UPN Javier Caballero, quien ha remarcado que los regionalistas "siempre hemos dicho que la situación de las víctimas y los desaparecidos es una cuestión de dignidad humana y respeto".

También ha apoyado la propuesta el parlamentario de NaBai Xabier Lasa, quien ha opinado que "todavía hay una asignatura pendiente con las víctimas del 36". "Hay muchas cosas que cerrar y la mejor manera es hacerlo de la forma más exhaustiva posible", ha sostenido.

En este sentido, el parlamentario de Bildu Víctor Rubio se ha preguntado por qué "durante la transición, cuando se pusieron las bases de esta democracia de baja intensidad que actualmente existe, no se hizo lo que esta ponencia quiere conseguir". En todo caso, ha destacado que en Navarra "se ha avanzado" sobre esta cuestión y ha asegurado que su coalición "vamos a seguir forjando ese camino".

ABSTENCIÓN DEL PPN
Desde las filas del PPN, Eloy Villanueva, ha justificado la abstención de su grupo alegando que aunque se trata de un tema para "hablar de cuestiones humanitarias que tienen que ver con el sufrimiento de las personas", en la comisión "se escuchan cosas inauditas y cuestiones que no tienen nada que ver con lo que se está plantando aquí como comparar la situación del 36 con la de ahora".

El parlamentario de I-E Txema Mauleón ha contestado a Villanueva que le da "pena" que el Partido Popular no haya votado a favor de esta iniciativa, ya que, en su opinión, el apoyo de todos los grupos de la Cámara a la constitución de esta ponencia "hubiera sido un hito importante en favor de la reconciliación y de la convivencia".


Memoria.- Recuperan e identifican los restos mortales del que fuera alcalde de Aguilar (Córdoba), asesinado en 1936

28/03/2012 - 18:11

AGUILAR DE LA FRONTERA (CÓRDOBA), 28 (EUROPA PRESS)
Los restos mortales del alcalde socialista de Aguilar de la Frontera (Córdoba) José María León Jiménez, desaparecido y asesinado el día 2 de agosto del año 1936, han sido identificados gracias al proyecto de identificación genética que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa), desarrolla desde comienzos del pasado año 2011.
Según informa en una nota dicha asociación, los acontecimientos ocurridos en la localidad de Aguilar, con motivo del alzamiento militar del 18 de julio de 1936, trajeron consigo la "desaparición forzada" de numerosas personas, la mayor parte de ellas asesinadas.

En este sentido, la recuperación y la identificación adecuada técnica y científicamente de las personas "desaparecidas", es parte "fundamental" del proceso de reparación a los familiares en el que Aremehisa está "plenamente comprometida" desde su creación.

De este modo, la evolución de la ciencia forense y en particular de la genética mediante el análisis de AND ha permitido que hasta el momento la asociación haya identificado plenamente a 23 personas "desaparecidas", entre ellas cinco mujeres, y se trabaja actualmente en el cruce de datos de otras 14 personas más, de un total de 66 cuerpos exhumados en las sucesivas intervenciones.



El Supremo dice que los juzgados locales tienen la competencia sobre las fosas

EFE.MADRID

El Tribunal aplazó su decisión hasta resolver la causa abierta a Garzón por investigar los crímenes del franquismo y la Guerra Civil

Restos hallados en una primera cata en el entorno de Zamarce, de Uharte Arakil. CEDIDA

El Tribunal Supremo (TS) ha resuelto en favor de los Juzgados de Instrucción de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) y del de Granada la cuestión de competencia planteada por el juez Baltasar Garzón sobre a qué órgano judicial le corresponde decidir acerca de las exhumaciones de las fosas del franquismo.

Así lo ha acordado la sala de lo Penal del alto tribunal después de que los cinco magistrados que componen la sala se reunieran en deliberación el pasado día 14 de este mes para estudiar la cuestión de competencia planteada por el ex titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 en 2009.

En el auto, del que ha sido ponente el magistrado Perfecto Andrés Ibáñez, el Supremo ha decidido resolver la cuestión en favor del Juzgado de Instrucción número 3 de Granada y del Juzgado de Instrucción número 2 de San Lorenzo de El Escorial (Madrid).

El Supremo añade en su auto que cabe "la práctica de las diligencias dirigidas a datar aquellas acciones criminales y, si fuera necesario, a la identificación de los afectados para proceder luego, consecuentemente en derecho".

Además, el alto tribunal ha calificado de "inobjetable" el hecho de que los restos de quienes hubieran sufrido muertes violentas no puedan permanecer en el anonimato ni fuera de los lugares propios de enterramiento, y reconoce así el derecho de los familiares a canalizar a través de los distintos recursos legales las acciones dirigidas a satisfacer estas pretensiones.

El Supremo, que aplazó su decisión hasta resolver la causa abierta a Garzón por investigar los crímenes del franquismo y la Guerra Civil -en la que finalmente ha sido absuelto-, acumuló las dos cuestiones de competencia planteadas por el entonces titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.

La sentencia que el pasado 27 de febrero absolvió a Garzón de prevaricación ya avanzó entre sus argumentos que la pretensión de las víctimas del franquismo, "legítima en su planteamiento de demanda de tutela", no podía ser atendida por el juez, porque "el derecho a conocer la verdad histórica no forma parte del proceso penal".

Sin embargo, el Supremo señala ahora en el auto que una vez que ha sido excluida la posibilidad de enjuiciamiento penal de los actos -ya que las acciones criminales se consideran prescritas, así como que debe aplicárseles la Ley de Amnistía-, "es claro que esa clase de legítimas pretensiones no podrá canalizarse hacia el proceso penal".

En las deliberaciones han participado los magistrados Juan Saavedra -presidente-, Andrés Martínez Arrieta, Luciano Varela, Perfecto Andrés Ibáñez -ponente-, y Miguel Colmenero.

Los dos últimos formaron parte también del tribunal que juzgó a Garzón en la causa de la Memoria Histórica.

Garzón solicitó al alto tribunal que decidiera qué órgano judicial debía asumir la causa de las exhumaciones después de que el 29 de mayo de 2009 el Juzgado de Instrucción número 3 de Granada se declarara incompetente para ordenar la apertura de la fosa donde supuestamente yacían los restos del poeta Federico García Lorca.

Igualmente, en julio de ese año, el Juzgado de Instrucción número 2 de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) decidió no aceptar la inhibición planteada por Garzón para realizar la exhumación de los restos mortales depositados en el Valle de los Caídos.

En noviembre de 2008 Garzón se inhibió en la causa del franquismo en favor de los juzgados territoriales, aunque los de Granada y El Escorial rechazaron en 2009 su competencia y devolvieron la causa a la Audiencia Nacional.

http://www.diariodenavarra.es/noticias/mas_actualidad/nacional/2012/03/29/el_supremo_dice_que_los_juzgados_locales_tienen_competencia_sobre_las_fosas_75493_1031.html

“Sin muertos, tampoco hay culpables”

 Por Patricia Campelo

27.mar.2012

El testimonio de Natividad Rodrigo , hija de dos burgaleses fusilados en septiembre de 1936, evidencia el modo en que el franquismo operaba bajo apariencia de legalidad para incautar los bienes de los desaparecidos. El proyecto ‘Rapiña’, del grupo de trabajo Recuperando la Memoria de Andalucía ha documentado estas prácticas en una iniciativa que sigue abierta a la participación de quienes quieran aportar su testimonio.

Perseguir la verdad ha sido una constante en la vida de Natividad Rodrigo (Burgos, 1931). Cuando apenas contaba con 5 años, su madre, embarazada de cinco meses, y su padre, un labrador de Villanueva de Odra, “desaparecieron”. Según las autoridades franquistas, el matrimonio había abandonado a sus tres hijos. Pero en casa sabían la verdad.

“Lo que más rabia me daba era que dijeran que se habían marchado dejando a tres niños pequeños”. Y en el pueblo también conocían lo sucedido, hasta el punto de saber el lugar en el que enterraron a las 18 personas fusiladas aquella noche del 2 de septiembre de 1936, una información que nadie quería proporcionar. “Cuando en 2006 abrimos la fosa donde estaban mis padres enterrados con otros vecinos, nadie decía nada, incluso un primo mío dio una patada en el suelo de rabia cuando la máquina encontró el punto exacto. No querían que abrieran la fosa. Sin muertos, tampoco hay culpables”,relata Natividad, quien además cuenta, por la memoria de su abuela, cómo antes del 18 de julio estaba todo preparado: “Había armas guardadas en el pueblo y, a las afueras, estaban excavadas dos fosas enormes”.


Natividad Rodrigo
Para los hermanos Rodrigo Fernández el sufrimiento no terminó con el asesinato de sus padres. Una providencia judicial fechada el 20 de mayo de 1937 requería al padre de Natividad en un proceso de incautación de bienes. Restituto Rodríguez Pérez llevaba ocho meses muerto, pero toda la maquinaria judicial del franquismo se puso en marcha para legitimar el robo de las propiedades que tenían él y su mujer, Natividad Fernández Calvo.

Transcurrido el plazo de diez días para que el afectado por el expolio se personara en el juzgado de incautaciones, el siguiente paso era la petición de informes sobre la conducta de la víctima al alcalde de la localidad, al juez municipal y al párroco, quienes se hacían valer a su vez de testimonios de vecinos. En el caso del padre de Natividad, todos los informes que integran su expediente de incautación -al que ha tenido acceso Memoria Pública- apuntaban en un único sentido: se trataba de un hombre de izquierdas que había participado en una comisión gestora del Ayuntamiento y que asistió a la manifestación del primero de mayo por los derechos de los trabajadores. “En las últimas elecciones votó al Frente Popular”, testimonió un vecino de Villanueva de Odra. “Se mostró contrario al movimiento y se le consideraba afiliado al Partido Socialista”, rezaba el informe de octubre de 1937 del regidor municipal.

De la madre de Natividad, en cambio, los informes decían que se le observó “una conducta irregular con anterioridad al movimiento” pero “sin que se demostrara pertenecer a ningún partido político”. Incluso el juez municipal aseveró en un documento del 22 de octubre de 1937 que Natividad Fernández Calvo “demostró unirse al movimiento”. Pero estas consideraciones llegaron más de un año después del asesinato de la pareja, el 2 de septiembre de 1936. Ese día ella llevaba “un vestido fino de fiesta”, y él “un traje de paño fino, boina y calzaba zapatos”, según el escrito del juez municipal que certificaba la desaparición de ambos.


Los abuelos de Natividad con sus hijos e hijas.
Agotado el procedimiento, que incluía la tasación de todos los bienes del afectado – en este caso se valoraron en 1.279 pesetas e incluían una casa, varias fincas, un huerto y todo tipo de enseres – se procedió al embargo en 1939. “Se lo dieron todo al marido de una tía mía que se afilió a Falange”, recuerda Natividad. El mismo hombre que se oponía a retirar la tierra encima de sus padres. A pesar de la incautación, esta burgalesa no cejó en su empeño de recuperar el nombre y las propiedades de sus progenitores. “Ellos no habían desaparecido, les habían matado”, vuelve a insistir, dejando claro que fue su perseverancia lo que la condujo, en 1956, a recuperar sus pertenencias cuando su primo se dispuso a venderlas. “Nos dieron una parte del dinero de la venta”, aclara Natividad.

ENTRAMADO JURÍDICO DEL ROBO
“Los rojos no solo perdieron la vida o la libertad, también sus bienes”. Bajo esta premisa arranca el proyecto ‘Rapiña’, la iniciativa de un grupo de investigadores pertenecientes a una asociación andaluza de memoria que está documentando las prácticas de pillaje, incautaciones, robos y expolios de bienes a ciudadanos durante la represión franquista.

El Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (CGTA) ha buceado en el entramado jurídico que posibilitaba estas prácticas. Cecilio Gordillo, uno de sus integrantes, explica que se trata de una iniciativa abierta a la participación de quienes puedan aportar su testimonio.

La arquitectura legal que dio cobertura a estos expolios comenzó, en todo el Estado, con la Comisión Central de Incautaciones, creada el 10 de enero de 1937, de la que dependían las comisiones provinciales, presididas por gobernadores civiles. El nuevo estado franquista “se benefició de todos los procesos de incautación que se siguieron contra partidos políticos, sindicatos, colectivos sociales y personas”, subraya el CGTA. La posterior ley de Responsabilidades Políticas, de febrero de 1939, continuó el proceso de represión económica, estableciendo que “todas las condenas conllevaban sanción pecuniaria y, en caso de fallecimiento, ésta recaía sobre la familia”, explica el Grupo de Trabajo. Una estructura de 60 juzgados posibilitó la aplicación de la norma.

En 1941 ya había más de 114.000 expedientes, una cifra que, según estima el CGTA, pudo alcanzar el cuarto de millón a finales de ese mismo año. El colapso administrativo obligó a reformar la ley “suavizando los supuestos de responsabilidad y restructurando la jurisdicción para agilizar los trámites”.


martes, 20 de marzo de 2012

La voz de los ´vencidos´

Seis gallegos cuentan cómo sobrevivieron a la Guerra Civil y la dictadura en un documental en el que participan 107 víctimas del franquismo de toda España




107 testimonios de antifranquistas y víctimas de la dictadura, 200 cintas grabadas y 12.000 kilómetros recorridos es el resultado de dos años de trabajo del colectivo DateCuenta en el documental 'Vencidos', en el que participan seis gallegos. Los protagonistas denuncian las atrocidades de la represión que en muchos casos vivieron en carne propia y también debaten sobre la democracia actual que coinciden en que no era por la que ellos lucharon. Para verlos y escucharlos habrá que esperar a diciembre, la fecha prevista del estreno


ALEXANDRA MOLEDO | A CORUÑA

"Teníamos que tirar tres tiros a la espalda y dos a la cabeza. Empezaba la corneta para que nos preparáramos y luego tirábamos del gatillo (...). Todos los días había fusilamientos. Íbamos cinco para tirarle a uno". Así recuerda algunas de sus vivencias durante la Guerra Civil el lucense Román Mourín, republicano que fue movilizado para luchar en las filas del bando nacional y "obligado" a participar en medio centenar de fusilamientos. El aviador republicano Antonio Nieves, que vivió durante años en un zulo de un metro cuadrado es otro de los supervivientes gallegos de la contienda. "Inventé la forma de hacerme un escondite. Dentro de la pared hice un agujero donde cogía de pie. Eso me salvó la vida", explica.

Sus relatos están incluidos en el documental Vencidos, en el que el colectivo DateCuenta ha recogido 107 testimonios de víctimas de la dictadura para que la "lucha" de quienes compartieron "la ilusión por una sociedad alternativa" no se "desvanezca", según comenta el fotógrafo y uno de los impulsores del proyecto audiovisual, Aitor Fernández. Después de dos años recorriendo más de 12.000 kilómetros por toda la geografía española y 200 cintas grabadas, ahora comienza la fase del montaje para poder estrenar el documental a finales de año.

Junto con Román y Antonio, otras cuatro voces constituyen la representación de Galicia en la grabación. Toñita Fragüela y Mariquiña Villaverde, hijas de dos familias de A Coruña o el lucense José Ramón Álvarez, que al igual que Román a pesar de ser republicano no tuvo más opción que luchar en el frente nacional, lo que lo llevó a un consejo de guerra por desertor. Darío Rivas, nacido en Lugo aunque vive en Argentina desde los nueve años, también relata la represión que sufrió su padre durante la guerra. Hace siete años, Darío hizo el viaje a la inversa, de Buenos Aires a Galicia, para desenterrar la fosa en la que yacía su padre Severino, alcalde socialista de Castro de Rei (Lugo) fusilado en 1936. Este gallego-argentino fue el impulsor de una querella en Buenos Aires por las desapariciones del franquismo. A su iniciativa se sumaron decenas de familiares de represaliados así como colectivos de la memoria histórica.

Perfiles

Paseados, torturados, presos políticos y sociales, desertores, huérfanos, guerrilleras, niños robados o del auxilio social, refugiados a Rusia... Son solo algunos de los perfiles que aparecen en el documental. Aitor Fernández destaca el caso de la valenciana Alejandra Soler, una comunista de 97 años para quien la Guerra Civil no tiene que ver con la guerra de los ricos contra los pobres. También recuerda la historia de María Martín, una mujer que está de actualidad por su declaración en el juicio contra el juez Baltasar Garzón por las desapariciones del franquismo y que desde los nueve años sufrió la depuración del aceite de ricino. Y la de la catalana Concha Pérez, denominada como "el paradigma de la memoria" por el fotógrafo leonés. Esta miliciana anarquista regentó una mercería en la ciudad condal durante toda su vida y desde el inicio de la democracia decidió transmitir sus vivencias y su mensaje a los estudiantes.

A pesar de que 62 de los entrevistados son hombres frente a 45 mujeres, la presencia femenina ha sido "prioritaria" en el proyecto porque son "las que menos han hablado en la historia". Aitor Fernández insiste en que este no es un trabajo "puramente de memoria histórica", ya que los protagonistas conectan su trayectoria vital en los años de la represión con la actualidad. "No han abandonado la lucha y todavía tienen mucho que decir", afirma. Desde ideologías distintas los entrevistados comparten que no hay "una verdadera democracia" hoy en día y que la vida sería "diferente" si se hubiera dejado existir a la República. Además, coinciden en que la de los años 60 tampoco era una "verdadera República" porque si fuese así "no habría tantas vidas rotas ni se sufrirían tantas represalias". A la hora de contar sus vivencias. Fernández distingue aquellos que hablaban "con miedo" y otros "con ansia de que se conozca su verdad.

Estas historias silenciadas durante décadas saldrán a la luz en el mes de diciembre. El equipo de grabación compuesto por diez personas trabajó de forma voluntaria en la iniciativa sin percibir ninguna compensación económica. Es más, todo el dinero necesario para el material y los desplazamientos al lugar de residencia de los entrevistados salía de su bolsillo o de actividades diseñadas por su cuenta como un mecenazgo online con el que consiguieron la cantidad necesaria para terminar la cinta después de agotar los fondos.

Ante la ausencia de subvenciones de organismos oficiales la autogestión ha sido la fórmula que les ha permitido convertir esta idea en realidad. "Pedimos una subvención al Ministerio de Presidencia de 29.000 euros pero no nos la concedieron alegando problemas con la documentación sin avisarnos para enviar la información correcta", señala Fernández. Por eso, el equipo espera recuperar con la difusión del documental los 60.000 euros invertidos que costaría si los participantes cobrasen por las horas dedicadas a este trabajo.

Con el objetivo de sacar adelante la grabación, los profesionales contaron con la colaboración de más de medio centenar de asociaciones de memoria histórica, además de historiadores implicados con el tema que fueron piezas clave en la selección de los testimonios al recomendar y poner en contacto a los creadores del proyecto audiovisual con los protagonistas más representativos de cada comunidad.

La difusión está prevista para finales de año pero los canales en los que se proyectará todavía son una incógnita. Fernández duda si será posible distribuirlo en televisiones oficiales por el contenido del material. "No vamos a cortar ni una sola frase de ninguno de los protagonistas para que sea algo políticamente correcto y pueda entrar en la televisión", asegura el fotógrafo, quien insiste en que su objetivo no es "comercializar con la memoria", sino cubrir la inversión realizada.

Lo que tiene claro es que ya sea por la pequeña pantalla o a través de otros canales alternativos como internet Vencidos "llegará al público". De hecho, aunque en el montaje del vídeo es inevitable cortar horas de conversación, los testimonios se subirán íntegramente a la página web de DateCuenta y también está previsto realizar una exposición fotográfica en varias ciudades españolas.

Seis gallegos que vivieron el franquismo en primera persona o cuyos familiares han sufrido diversas torturas en esa época echan la vista atrás y recuerdan su historia en Vencidos. La provincia de A Coruña está representada por las hermanas Toñita y María Fragüela y Mariquiña Villaverde, hijas de víctimas de la represión. Los lucenses Román Mourín (arriba) y José Ramón Álvarez tuvieron que luchar en el frente fascista a pesar de ser republicanos, al igual que el aviador republicano Antonio Nieves (abajo). El argentino Darío Rivas, hijo de un alcalde socialista fusilado en 1936, completa la representación gallega.


http://www.laopinioncoruna.es/galicia/2012/03/18/voz-vencidos-protagonistas-gallegos-documental/591153.html

sábado, 17 de marzo de 2012

"No conocer a mi aitite me lleva a querer a los que pasaron lo mismo como si fueran él"

JOKIN LENIZ Participante en 'La maleta mexicana'

Jokin Leniz (Lekeitio, 1981) protagoniza uno de los momentos más emotivos del documental 'La maleta mexicana', sobre la obra de los fotógrafos Capa, 'Chim' y Taro en la Guerra Civil. Participaba en una exhumación de Aranzadi cuando grabaron su testimonio para la película

Leniz, en la grabación de 'La maleta mexicana'.

Iban Gorriti - Viernes, 16 de Marzo de 2012 


Lekeitio. En la escena en la que interviene en La maleta mexicana, el licenciado en Humanidades y en Comunicación Audiovisual Jokin Leniz se derrumba, emocionado, y llevándose la mano al corazón manifiesta que todos los exhumados "son mis abuelos". Pese a ello, confiesa que "aún no estoy preparado para verme en la película".

¿Qué labor desempeñaba cuando le visitaron durante la grabación de 'La maleta mexicana'?
Filmar y fotografiar la exhumación que Aranzadi realizaba en Rubielos de Mora de soldados republicanos que tomaron Teruel y cuyos propios mandos les fusilaron. Fue la única ciudad que este bando tomó en la Guerra Civil. Lucharon soldados de la 84 Brigada mixta con la promesa de que, si la tomaban, tendrían un tiempo de descanso. Al coger la ciudad, fueron a descansar y les dijeron que volvieran a la guerra porque Franco contraatacaba. Muchos protestaron amotinándose en un convento. A todos ellos los pasaron por armas excepto a dos que escaparon.

Protagoniza el momento más emotivo del documental. Dice que siente que "todos los que están enterrados son mis abuelos".
No conocí a mi abuelo Eusebio Leniz. Murió antes de que yo naciera. En casa siempre miraba su foto porque era gigante. Estuvo en la cárcel por ser republicano. Cuando salió, volvió machacado. Estuvo mucho tiempo en cama enfermo. No haberlo conocido me ha llevado a conocer a otros que pasaron lo mismo o peor, y por ello los quiero como si fueran mis abuelos.

¿Qué le diría hoy a su aitite?
Primero le daría un abrazo tremendo y luego le interrogaría sobre la situación que vivieron cuando estalló la guerra y sobre su estancia en la cárcel de Carabanchel Bajo. Creo que estuvo con Aita Patxi, uno de nuestros héroes vascos, y con una buena cuadrilla de gudaris de la Rebelión de la Sal. Serían tantas cosas que necesitaríamos meses.

La película no la ha visto… o no la ha querido ver.
Era mi primera exhumación y se me acumularon muchos factores. Ver esqueletos humanos no impresiona, pero sí la historia que les rodea. Eran jóvenes soldados republicanos que podrían ser mis abuelos. Aquello me impresionó y emocionó. Me tomaron testimonio para la película porque era el fotógrafo. Cada pregunta que me hacían me emocionaba más y al final me derrumbé. Creo que todavía no estoy preparado para verme a mí mismo, pero quizá algún día la vea. No olvidaré lo que Paco Etxeberria me dijo cuando terminamos la exhumación y supo de mi derrumbe emocional: "Bueno, ya está, ya has pasado tu bautismo de fuego".

Su sueño es grabar a los últimos gudaris vivos. ¿Ahora o nunca?
Ahora o nunca. Pero sin intentarlo no nos vamos a quedar. Ellos y ellas se lo merecen. Eso y más. A veces pienso que si me hubiera concienciado antes o si hubiera nacido antes podría haber hecho más cosas…
Llega a sufrir por ello…
Sí, y mucho. La mayoría tienen más de 90 años y se están muriendo. El no saber o no poder frenar eso te come por dentro porque ellos son el testimonio vivo de aquella tragedia y el no poderles entrevistar o conocer da mucha pena. La Guerra Civil fue la última guerra romántica que hubo, vinieron luchadores de todos los lugares del mundo y parece que no hay memoria para ellos. Al igual que Hollywood ha producido exitosas series sobre la Guerra del Pacífico y la Guerra de Europa, aquí deberían hacer lo mismo con nuestros abuelos, porque se lo merecen y muchos terminaron luchando en Europa.

Se cumple un siglo de una tragedia en la bahía de Lekeitio. ¿Qué pasó?
Hubo una gran tempestad y muchos murieron. Al único lekeitiarra lo ataron a un mástil y sobrevivió. Es una de las muchas tragedias de nuestros queridos arrantzales.

Hay una hornada de jóvenes, incluido usted, que luchan por la memoria histórica. ¿Cómo se puede llegar al resto de la juventud?
Enseñándoles desde niños en casa, en las ikastolas... lo sucedido en Euskal Herria y en España durante la Guerra Civil. Que sepan que sus familiares lucharon en esa triste guerra, por qué lucharon y qué consecuencias tuvo para ellos. Deberían saber las circunstancias que soportó la ciudadanía vasca: cárcel, fusilamientos, violaciones, expropiaciones... Y para ello, enseñarles el trabajo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, tanto en las exhumaciones como en la recogida de testimonios.

Decía Joseba Egiguren, autor de 'Prisioneros en Orduña', que tras recabar testimonios había noches que le costaba dormir.
He tenido la oportunidad de recoger testimonios para Aranzadi. Fui con Iñaki Egaña donde una mujer de Donostia que a los once años de edad fue violada por militares españoles durante seis meses. Ese día, Iñaki me dijo: "Cuando entras en este mundo, nunca llegas a ser el mismo". Y así fue. Luego leí el libro Los muertos de Franco, que él había escrito, y no pegué ojo en dos o tres días. Es muy duro ser consciente de las atrocidades que se han cometido en nombre de la Santa Cruzada.

¿La memoria histórica debería ser la revolución del siglo XXI?
Sin duda. El pueblo que no tiene memoria, no puede cerrar sus heridas y no podrá construir su futuro porque nunca estará en paz. Esa revolución no terminará hasta que se localice al último de los miles de fusilados que hay en las cunetas, cementerios y montes. Así como otro sinfín de atrocidades durante la Guerra Civil y sus años posteriores.

Ha ganado un premio en Bilera con un documental. ¿De qué trata?
Kresalezko sentimenduak trata de las historias que cuenta la gente mayor de Lekeitio sobre la guerra y la mar. Nos dieron el segundo premio y nos alegramos mucho porque lo hicimos con mucha ilusión. Quiero seguir adelante con otros trabajos parecidos, pero ahora no podrá ser porque es muy difícil que te financien.

http://www.deia.com/2012/03/16/politica/euskadi/no-conocer-a-mi-aitite-me-lleva-a-querer-a-los-que-pasaron-lo-mismo-como-si-fueran-el

martes, 13 de marzo de 2012

Siete horas de excavación, sin éxito, para buscar en Lantz restos de fusilados del 36

FOSAS EN TÉRMINOS DE LANTZ Y OLAVE-SORAUREN

LOS TRABAJOS SE CENTRAN EN EL TERRENO DONDE "SIEMPRE SE HA DICHO" QUE FUERON ENTERRADOS

Tres vecinos del pueblo y dos miembros de la Asociación de Familiares de Fusilados colaboraron con los técnicos de Aranzadi


LOLA CABASÉS - Martes, 13 de Marzo de 2012


La máquina de la Sociedad de Ciencias Aranzadi excava el terreno ante la mirada de Ángel Urío (dcha) y Jesús Narrica.
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Siete horas dedicaron ayer técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi a excavar en unos terrenos del municipio de Lantz donde los mayores del lugar "han oído de siempre" que fueron enterradas varias personas fusiladas durante la guerra civil (1936-39). Los trabajos no lograron el éxito esperado y hubo que volver a cubrir las zanjas al no aparecer vestigio alguno.

PAMPLONA. Esta excavación, previa a la exhumación en el caso de que aparezcan los restos humanos, es la primera que se realiza con autorización del Gobierno foral y se ejecuta de acuerdo a los cánones establecidos en el protocolo de exhumaciones aprobado en Navarra. La iniciativa es de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra que, recogiendo la demanda de asociados, solicitó a la Sociedad de Ciencias Aranzadi la intervención técnica en la investigación de dos fosas comunes en términos de Lantz y Olave-Sorauren.

Concretamente en Lantz, la asociación busca el paradero de tres fusilados aunque, una vez en el sitio, hay constancia de que en esos terrenos, situados junto a la desviación a esta localidad desde la carretera N-121-A, podría haber enterrados los restos de hasta veinte personas. Entre ellas, ocho presos del Fuerte de San Cristóbal que intentaron huir tras la fuga del 22 de mayo de 1938. La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra busca en Lantz los enterramientos de Cecilio Urío Gorospe (fusilado el 31 de julio de 1936); Francisco Mula Castro (fusilado el 25 de enero de 1937) y Eduardo Alonso Fuster (fusilado el 3 de agosto de 1936).

Junto a ellos, se cree que fueron enterrados unos ocho presos del fuerte, así como otras personas asesinadas durante la guerra. Ayer, acompañaron sobre el terreno a los dos técnicos de la Sociedad Aranzadi, Jimi Jiménez y Tito Agirre, este último encargado de la pala excavadora, la presidenta de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra. Olga Alcega, y el miembro de la junta Ángel Urío García, quien busca en estos parajes a su abuelo, Cecilio Urío Gorospe. Tres vecinos de Lantz, Pedro Mª Mariñelarena, Jesús Narrica y Juan Martín Oyaregui, fueron los encargados de orientar a los técnicos hacia los puntos donde "siempre se ha comentado en el pueblo" que podían estar enterrados los fusilados. "Nosotros jugábamos por aquí y veíamos dónde nos decían que los habían enterrado", comentaba Pedro Mª Mariñelarena (padre del alcalde), pero, apuntaba Jimi Jiménez, "en tantos años, ha cambiado mucho el paisaje. Han salido nuevos árboles, otros han caído...". Y es que la memoria es frágil y los recuerdos se transforman también con el tiempo. Pedro Mariñelarena, por ejemplo, nació en 1938 y lo que "conoce" es de oídas y recuerdos de sus familiares.

Igual les pasa a sus convecinos. A Juan Martín, por ejemplo, también le han contado que "fusilaron a un grupo de presos del Fuerte de San Cristóbal que escaparon y les cazaron después de que se habían comido un cordero. En el grupo había dos hermanos que antes de ser fusilados se despidieron con un ¡hasta luego, hermano!". Estos presos, al parecer, fueron confesados por el párroco de Lantz antes de ser fusilados y enterrados por un grupo de vecinos a los que les obligaron a abrir las zanjas en agujeros de pinos arrancados.

DUDAS SOBRE LA FUGA DEL FUERTE Los tres testigos recordaban la historia referida a los presos del fuerte protagonistas de una fuga que también ponen en duda. "Siempre se ha dicho que abrieron la puerta y los dejaron escapar para poder fusilarlos. Estaban muchos.... Tienen dudas también sobre que haya otras doce personas enterradas en este campo. "Han pasado muchos años", se lamentaban todos. "Casi todas las búsquedas son parecidas -comentaba Jimi Jiménez, de Aranzadi- y ya no quedan testigos". Para Ángel Urío, de Obanos, y para Olga Alcega, no encontrar nada ayer fue decepcionante. En el ribazo de la carretera hay un monolito dedicado a Francisco Mula Castro, uno de los tres fusilados, que era de Mazarron (Murcia) y vivía en Oronoz como celador de caminos de la Diputación. "Lo puso un hijo suyo que vive en Barcelona y que quería que hubiera al menos un recuerdo de su padre". Ángel Urío también quiere recuperar a su abuelo y poder cerrar su historia. Cecilio Urío, también de Obanos y afiliado a la UGT, estaba trabajando segando en Antxoriz cuando tres falangistas se lo llevaron. Ángel cree que lo fusilaron en Lantz.


http://www.noticiasdenavarra.com/2012/03/13/sociedad/navarra/siete-horas-de-excavacion-sin-exito-para-buscar-en-lantz-restos-de-fusilados-del-36

sábado, 10 de marzo de 2012

Autorizada la exhumación de dos fosas en Lantz y Olave solicitada por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra

PERSONAS ASESINADAS EN 1936

EP - Viernes, 9 de Marzo de 2012

El vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior del Gobierno de Navarra, Roberto Jiménez, ha autorizado mediante una Orden Foral la exhumación de dos enterramientos colectivos correspondientes a personas asesinadas en 1936 en las localidades de Lantz y Olave.
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PAMPLONA. Con esta decisión, el Gobierno de Navarra da luz verde a la petición realizada por la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra que pretende localizar y recuperar los restos de estas víctimas del franquismo, conforme con las disposiciones establecidas en el Protocolo de Exhumaciones de la Comunidad foral, según ha informado el Ejecutivo foral en una nota.

La autorización cuenta, además, con los informes favorables tanto de Príncipe de Viana para la intervención arqueológica como del comité técnico de coordinación.

El Gobierno de Navarra aprobó recientemente un protocolo de exhumaciones con el fin de dotar de todas las garantías posibles a los procesos de este tipo que se desarrollen en la Comunidad foral. De este modo, ya no podrán realizarse en Navarra exhumaciones sin control.

Dicho protocolo regula todas las fases de las exhumaciones (investigaciones preliminares, excavaciones, investigaciones forenses y destino final de los restos) y otorga al departamento de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior la función de seguimiento y control de las actuaciones.

La Ley 52/2007, conocida como Ley de la memoria histórica, insta a las administraciones públicas a elaborar y poner a disposición de los interesados un mapa de fosas en el que consten los terrenos en los que se localizan los restos de las víctimas asesinadas.

Con este fin el Gobierno de Navarra encargó recientemente a Tracasa los trabajos de creación y publicación del mapa de fosas de Navarra, que estará finalizado en mayo y que recopilará toda la información existente sobre fosas comunes en nuestra comunidad.

Asimismo, el catálogo de Servicios de la página web del Gobierno de Navarra ofrece a la ciudadanía la posibilidad de enviar datos que puedan aportar alguna información o investigación sobre estas víctimas.

Próximamente, el departamento de Presidencia, Administraciones Públicas aprobará una convocatoria de subvenciones para finalizar las actividades de exhumación que podrán solicitar los familiares de fusilados por el franquismo.

http://www.noticiasdenavarra.com/2012/03/09/sociedad/navarra/

viernes, 9 de marzo de 2012

La memoria aguarda en las fosas

El fotógrafo Clemente Bernad resume en un libro y un vídeo la exhumación de fosas del franquismo. Un poema visual

Madrid,  8 MAR 2012 

“Este es un libro lleno de crueldad, de violencia, de muerte y odio. No debería haber existido nunca. Pero sobre todo, es un libro lleno de amor. Del amor de quienes decidieron no olvidar”. Esto se dice al abrir Desvelados, en la primera página, en los agradecimientos. Esta obra es como un agujero en el que mirar la fosa común de nuestra historia cercana. Como la de Priaranza del Bierzo, en León, es la fosa madre, el principio de muchas otras y aquella que las incluye a todas. Se abrió en octubre de 2000, la primera regida por protocolo científico, y después han seguido más de doscientas. Dentro de ellas, se han encontrado restos de más de cinco mil personas, unas pocas apenas de las cien mil que constan en censo oficial como desaparecidas aún hoy de la Guerra Civil española.
Priaranza fue el inicio de un tiempo de memoria nuevo, el inicio de un relato abierto y colectivo hasta entonces inexistente o infructuoso. Uno que se ha hecho libro (con documental incluido, Morir de sueños) y se presenta hoy en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con las imágenes en blanco y negro del fotógrafo Clemente Bernad y los textos de un equipo largo de especialistas, desde Emilio Silva, nieto de desaparecido y presidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, a Francisco Ferrándiz, antropólogo del CSIC; Francisco Etxeberría, forense; Lourdes Herrasti, historiadora; Luis Ríos, biólogo; el profesor de literatura Germán Labrador o el escritor Manuel Rivas que le ha dedicado al fotógrafo Bernad, un poema propio incluido en este libro. El antisepulcro lo ha titulado. “Suele decirse: se los comió la tierra. / Pero yo que soy tierra, / un pedazo de tierra, / unos metros de tierra, / tierra adentro, / lo que siento es su hambre (…)”.


Desvelados han llamado a este proyecto. En sus dos sentidos: impedir el sueño, ese algo que atañe a los muertos, o quitar un velo, un acto que incumbe a los vivos. Y abrir sus páginas es correr el telón de un escenario terroso, de noche y silencio. Una crónica polifónica de literatura negra y fraticida cuyos capítulos se titulan Niebla negra, Indicios, Vestigios, Subterrados, Devenir tumba, Desaparecer… y evocan imágenes, asuntos escondidos, de cementerios y cunetas de entonces y ahora; el resumen de un tiempo cronológico, bien emotivo; una bomba de relojería contra el olvido.

“Fotografiar”, dice Bernad, “es un acto político”. Y él, que ya lo ejerció en Jornaleros; Mujeres sin tierra o Donde habita el recuerdo, lo ejerce y lo hace poema visual aquí. “Los dramas humanos acontecen entre los mayores sufrimientos y las escenas más atroces que se pueda imaginar, y optar por imágenes que transiten entre el horror y la desolación para contar tales hechos es tan pertinente como optar por discursos menos explícitos: depende del conflicto, de las circunstancias, del bagaje personal, del miedo… de aquello que se quiera o se necesite decir; depende del sentido de la responsabilidad”. La Guerra Civil siempre formó parte de sus intereses y fantasmas: “Igual que es necesario que salgan a la luz los huesos de estos miles de muertos, es imperativo proteger las imágenes que nos los muestran y mostrar cómo la vida y la muerte se encuentran en torno a esas fosas”.

Los que escriben en Desvelados son expertos, gente acostumbrada a voltear tierra, a rastrearla, a encontrar, indagar, identificar seres humanos… “Las exhumaciones de la última década se han situado en un lugar central de los debates contemporáneos sobre la naturaleza y alcance de la contienda —que incluyen de manera muy relevante la violencia de la retaguardia— y el régimen dictatorial que surgió de ella”, escribe el antropólogo del CSIC Francisco Ferrándiz. “Los centenares de fosas subsistieron durante décadas en un limbo narrativo, emocional, político y judicial”. Visualizarlas es visualizar esos mapas de fosas que se han elaborado solo recientemente, tatuajes sobre la geografía de un pueblo. “¿Qué es lo que convierte una fosa en una tumba? ¿Qué la devuelve al circuito de lo humano, al mundo de los que estamos vivos…? se pregunta Germán Labrador.

Uno puede estar, en teoría, oficialmente muerto a los cinco años. Los aquí enterrados llevan 75: trece veces muertos entonces. Como el abuelo de Emilio Silva que fue quien alentó todo este movimiento de nietos con el empeño por saber donde andaba exactamente la calavera de su antepasado. “La memoria es una fuente que mana, es un camino que construye justicia, que democratiza, que disuelve el miedo. La memoria es un deber”, dice en su texto. “Durante muchos años las cunetas durmieron. La geografía del silencio protegió a los verdugos. Convirtieron el franquismo en un crimen casi perfecto. Y un día una gotera de memoria comenzó a agrietar el miedo”. Los nietos empezaron a preguntar y preguntarse. Hasta que en 2000 una bota salió a la luz por obra y gracia de una excavadora en Priaranza. “Los cráneos hablan, cuentan, relatan, enseñan los orificios de bala…”. “Yo he sentido mucho, / tal vez como nadie, / esta deshora muerta, / estos muertos inquietos / no más con el badajo de las balas / abrazados a mí / con la última palabra / en la boca (…)”, sigue Rivas, en El antisepulcro.


Hay muchas líneas del presente y el pasado de España escritas en Desvelados. Pero sobre todo un detalle espanta: “La tierra removida tarda más de cien años en volver a ser compacta, es su memoria, su recuerdo físico de una alteración”. Los culpables, sin embargo, no se inmutaron. Siguieron su vida como si nada. Pero cuando hablan los muertos, hablan los vivos y el mito de la Transición cae. “Fue una segunda cápsula para que no hubiera fugas… Los defensores de los verdugos fabrican sigilosamente coartadas... No hay que remover el pasado porque reabre heridas, porque divide a los españoles... Ese gran apartheid que fue el franquismo”, concluye Silva.

Christian Caujolle, comisario de arte y periodista, contrapone guerras y víctimas de otros lugares (las de Camboya, por ejemplo) con las de aquí… “¿Documentos para qué? ¿De qué naturaleza? ¿Documentos de qué?...”, se pregunta. Las guerras no se comprenden. Pero estas imágenes, afirma, este tipo de imágenes retrata “la transición del estatus de ‘desaparecido’ al de ejecutado o masacrado”. Para Clemente Bernard, la Guerra Civil representó, además, la mayoría de edad de fotoperiodismo tal y como lo entendemos ahora… “Pero mientras todos (Centelles, los hermanos Mayo, Gerda Taro, Capa…) se esforzaban por contar cómo se combatía en los distintos frentes y cómo se vivía en la retaguardia, tenía lugar una silenciosa, sangrienta y cruel reflexión sobre la población civil… que no fue documentada por cámara alguna. No había presente ningún fotógrafo mientras se asesinaba, nadie que registrara aquellos crímenes”. Y ahora sí. Ahora sí que están las cámaras para mostrar cada una de las exhumaciones, cada esqueleto, cada objeto, cada rostro que se asoma a mirar esos pozos negros del pasado…”.

¿Cómo retratar? ¿Cómo representar a través de imágenes el horror, la violencia, el crimen, el silencio? ¿Cómo hacerlo en estos tiempos en los que es tan sencillo contribuir a la intoxicación visual que vivimos? ¿Cómo contarlo haciendo que dichas imágenes sean herramientas que contribuyan realmente a tener un conocimiento de lo que pasó, a que sepamos diferenciar dónde está la línea que separa la convivencia en libertad y el totalitarismo? Bernard enseña explícitamente aquello que escupe la tierra. “He optado por no utilizar un discurso visual eufemístico sino por mostrar de forma diáfana cada hueso, cada agujero de bala, cada postura”.
Las cámaras están ahí. “Los discursos documentales deben hablar del aquí y del ahora, de qué hacemos y cómo vivimos las personas en un determinado tiempo y lugar, y por ello en este libro no hay material de archivo. Únicamente imágenes de lo que ahora acontece en multitud de lugares de este país, lugares en los que se mira atrás, pero en los que se escribe el presente”. “Paisajes del terror no desactivados”, los llama Ferrándiz. Y basta detenerse a pensar en lo recientemente sucedido en lo político, lo judicial (Garzón) sólo con atreverse a rozar esta herida no curada. Mostrar lo que se hizo, mostrando lo que se está haciendo ahora. Ese es el sentido.
Y en este ejercicio de desenterrar o de desvelar, destaca la política decisiva del forense Paco Etxeberría (de la Sociedad Aranzadi) en lo referente a la gestión de las exhumaciones y a la toma de imágenes en ellas: “Todos los aspectos de la exhumación, de los homenajes y de la inhumación son públicos y están acompañados de un caudal de información suplementaria que ayuda, aclara y reconforta”. Se registran nombres, fichas, fotografías… Todo. Para el uso futuro. “Para que se puedan elaborar discursos desde cualquier perspectiva y punto de vista”, apunta Bernard. Porque es decisivo, dice él y dicen muchos, que el tema de la memoria histórica se aborde de forma poliédrica, para así construir un discurso colectivo y libre. Para que se cierre de una vez el círculo que abrió aquella guerra.

“Todo lo contrario a las versiones oficiales y monocromas que se nos han impuesto hasta ahora. Y para ello es necesario un clima de libertad como el que han facilitado Etxeberría y su equipo (e insisto, seguramente también el resto de equipos, que hay más). La prueba de lo contrario la tenemos en cómo se hizo la búsqueda infructuosa de la fosa de Federico García Lorca: un área cerrada, vallada y protegida en la que únicamente se permitía el acceso a un fotógrafo o “pool” que después suministraría las imágenes a los demás. Es justo lo contrario a como creo que hay que gestionar ahora mismo este tema desde el punto de vista de su narración: necesitamos relatos abiertos y libres, sin miedo, aunque sean vulnerables; de ellos probablemente dependa la memoria de lo que ahora se está haciendo”.

Anécdotas del tiempo fotografiado tiene muchas. ¿Una? “La de María Alonso, que sirve de hilo conductor al documental que acompaña al libro (Morir de sueños). María era una mujer de 32 años que vivía en La Bañeza (León). Era presidenta de la Unión Republicana, y la detuvieron en julio de 1936 junto a sus hermanas. El día de su detención, como tenía una infección en su oreja derecha, se dejó en su cuarto el pendiente de oro que llevaba. En octubre de 1936, después de torturarla y violarla, la asesinaron junto a otros hombres cerca de Izagre (León). En agosto de 2008, cuando exhumaron sus restos de la fosa común, los técnicos de la ARMH encontraron un pendiente. Cuando buscaban el otro, se acercó una de sus hermanas, Josefina, y les dijo que dejaran de buscar: ella tenía el otro pendiente en su mano, engarzado en una sortija. Lo llevaba con ella desde el asesinato de María”.
“He cuidado sus zapatos, los botones, sus hebillas, sus peines, sus lapiceros… (…). Yo no estaba preparada para esto. / Tampoco ellos. / Se me cayeron dentro, / sin quererlo /”, escribe Manuel Rivas.

El horror, el crimen, la impunidad, el silencio, el miedo, el olvido están en Desvelados. “Pero también la íntima conexión entre lo que acabó en una fosa común y lo que permaneció afuera, esperando el momento de demostrar públicamente lo que se quiso ocultar. La prueba que hace innecesario cualquier análisis de ADN, la prueba humilde y cargada de sentido y de emoción”. Él, el fotógrafo es, dice, un testigo que elabora un relato, pero el protagonismo “es de las víctimas”. La memoria de todas esas personas no necesita de sacralización alguna, asegura, únicamente de verdad, justicia, luz y respeto. Si las voces fueran muchas, la historia sería otra. Las imágenes abren puertas, indican caminos, cuestionan, inician, movilizan… Pruebe a preguntarse qué le dicen estas fotografías. Y verá la respuesta.

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/08/actualidad/1331231685_392258.html

domingo, 4 de marzo de 2012

Memoria Histórica: El Bombardeo de Alcañiz

3 marzo, 2012 por purnaaragon


El 3 de marzo de 1938, hace hoy setenta y cuatro años, se llevaba a cabo sobre Alcañiz uno de los más brutales ataques bélicos que ha sufrido el pueblo aragonés en su historia, el acto de guerra más cruel que ha soportado este país y que, al mismo tiempo, fue criminalmente silenciado. El bombardeo de Alcañiz fue uno de esos acontecimientos que el pueblo olvida por miedo y que el poder ordena olvidar por su propia vergüenza; pero es también un eco que resuena en nuestra historia y que clama en conciencia a la memoria para que el olvido no se convierta en norma, para que el recuerdo aflore y se muestre lo que ocurrió sin miedo a señalar culpables y a levantar heridas. Porque el tiempo no lo cura todo y si aún hay recuerdos que escuecen es porque el daño se ha infectado y ha gangrenado nuestra sociedad.


No olvidamos, no perdonamos. El pueblo aragonés, en Alcañiz, fue mutilado y masacrado, llevado hasta la miseria y la mayor indignidad humana. La muerte y el horror sólo tuvieron en Alcañiz un culpable: el fascismo y el españolismo. Y en cualquiera que sean las facetas en las que éste se presentara había de causar dolor a nuestro pueblo, destruyendo primero y silenciando su crueldad después.


Alcañiz es, para las y los aragoneses, nuestra propia y singular Gernika. No sólo por el hecho de la similitud en los bombardeos sino por el cómo fue tratado el hecho con posterioridad que parece ser la mejor de las expresiones de la triste idiosincrasia de nuestro pueblo. Olvido, resignación, sumisión y vergüenza, esas son las actitudes que nos han caracterizado con cada injusticia sufrida a lo largo de la historia y el bombardeo de Alcañiz no iba a ser una excepción. Para nosotras no hubo históricas portadas ni repercusión internacional, no hubo periodismo extranjero interesado ni grandes cuadros. No, nuestra Gernika sólo trajo miedo, mentiras y desolación. Nadie informó y quien lo hizo mintió para su propio beneficio; nadie investigó ni se interesó; y las que lo vivieron trataron de olvidar el infierno que sufrieron. No podemos culpabilizarles por haber querido seguir adelante con sus vidas pero sí cabe reflexionar ¿Cómo un pueblo como el aragonés puede borrar de su memoria uno de los peores ataques que ha sufrido?.

Más allá de ser un ejemplo de nuestra desdicha, el bombardeo de Alcañiz es una muestra de la más absoluta inhumanidad tanto de la guerra en general como de los fascistas en particular. Fue la Aviación Legionaria italiana, enviada por Mussolini y puesta bajo el mando de Franco, la que bombardeó la capital bajoaragonesa. Pero no lo hizo por cuenta propia, lo hizo bajo las órdenes del estado mayor españolista, un ataque gratuito que precedía a la ofensiva sobre el Frente de Aragón pero cuyo objetivo no era en ningún caso militar. La orden era arrasar Alcañiz, causar el mayor daño posible a la población con el único objetivo de invalidar una posición civil de la retaguardia aragonesa. Que el objetivo era hacer el máximo daño posible, no el de atacar posibles objetivos militares, se demuestra en que se lanzaron más de 10.000kg de explosivos que cayeron en su mayoría sobre el casco urbano. No fueron, al parecer, bombas incendiarías como en Guernica lo que no libró a la ciudad de gran cantidad de incendios y destrozos.

Sin duda la mayor muestra de crueldad de los fascistas afloró cuando, tras el bombardeo, los cazas que acompañaban a las escuadras descendieron sobre el pueblo y dispararon indiscriminadamente contra población civil y milicianas. No había interés militar en Alcañiz, tan sólo el deseo de asesinar y causar muerte. Según los testimonios la mayoría de muertes debieron producirse en esos disparos aéreos sobre la población que dejaron un verdadero reguero de cadáveres por todas las calles de Alcañiz.

Inmediatamente después al bombardeo las autoridades antifascistas acordonaron las calles más afectadas (casi todo el casco urbano) impidiendo el acceso de la población para así no importunar las labores de socorro y rescate. Pero ni eso pudo evitar el caos, gran parte de las calles estaban impracticables, multitud de edificios se habían derrumbado y una bomba había caído sobre un camión con gasolina en la plaza del mercado incendiando gran parte del lugar. Muchas personas desaparecieron allí, carbonizadas, quemadas vivas ante la mirada horrorizada de sus vecinas y vecinos, así mismo mucha gente murió ametrallada mientras se instruía, niñas y niños mientras jugaban en el parque o en la Fuente de las Ranetas…, o mujeres a las que mientras limpiaban a la orilla del Guadalope les cayó una bomba.

Se ha señalado que no se puede dar una cifra exacta de las y los muertos del bombardeo, pero de nada sirve la exactitud. El número que el historiador alcañizano José María Maldonado acepta como seguro es no menos de doscientas personas fallecidas que sumadas a las muertas por heridas con posterioridad, a las que fueron trasladadas fuera de Alcañiz y que morirían fuera, harían una cifra superior a quinientas personas asesinadas, un número que siempre ha sostenido gran parte de la población alcañizana pese a la falta de pruebas documentales. Hay que recordar que no hubo registro de muertes, ni de población herida en los hospitales, gran parte fueron evacuadas y los cadáveres, en muchas ocasiones recogidos a pedazos, que en la mayoría de las ocasiones no fueron identificados, acabaron todos en una fosa común que hoy permanece bajo el silencio de la injusticia. Muchas de las vidas sesgadas, hay que concretar, fueron milicianas venidas de otras partes de Aragón y de la zona republicana que estaban haciendo allí su instrucción o descansaban antes de ir al frente.

El olvido que siguió al brutal ataque no responde, sin embargo, a una inconsciencia por parte de ambos lados sino que se relaciona con un plan determinado para no causar más escándalos. Después de lo de Guernica los españolistas sublevados no querían más mala prensa así que censuraron cualquier información acerca de los hechos. Los republicanos españoles, pese a que en un primer momento lo señalaron en su prensa (devaluando el alcance de los daños) después lo dejaron pasar pues, al parecer, no les interesaba dar una visión de debilidad cuando en unos pocos días iba a comenzar la ofensiva sobre el Frente de Aragón. Por ambas partes el bombardeo se fue perdiendo, no fue, como se ha dicho, un bombardeo olvidado sino borrado, pertinentemente obviado por ambos bandos. Sólo perviviría al fin por los testimonios orales que hoy las más mayores del lugar narran del horror que en su niñez vivieron. Las historias de dolor y sufrimiento se perderán para siempre o quedarán como algo intrafamiliar, un infierno que lógicamente la población alcañizana no quiere recordar pero que poco bien hace a la necesidad de justicia.

Las voces de los y las muertas hoy resuenan en nuestra conciencia, de aquellas personas antifascistas o gente del terruño cuyos verdugos pasearon unos días después encima de sus cadáveres. Fascistas italianos y españoles que más tarde fueron enterrados en la misma fosa que las de sus víctimas. Memoria, al fin y al cabo, desigual. Los verdugos recibieron honores por sus caudillos y las víctimas sólo anonimato. Es nuestra tarea, y por ello desde Purna queremos recordar esto, llevar a cabo la tarea de la recordación, de las y los mártires antifascistas y de las y los campesinos inocentes. Memoria histórica, una necesidad acuciante que con el paso del tiempo se presenta con más evidencia. Como decíamos, si las heridas, después de setenta años, no han sanado es porque se han infectado y nos han gangrenado. No ha habido, ni habrá, reconciliación posible hasta que las víctimas sean tratadas con igual respeto y se reconozca la culpa de los genocidas, de aquellos que masacraron a nuestro pueblo, que han muerto plácidamente, que siguen viviendo en confort o que la historia aún no ha juzgado. Desde luego la juventud independentista aragonesa no olvidaremos y seguiremos trayendo a colación, año tras año, las injusticias históricas cometidas con nuestro pueblo que no han quedado resueltas y que claman porque se haga justicia.

Guillén González
Purna, a chovenalla revolucionaria y independentista

Artículo en AraInfo
Artículo en Andorra Antifaixista



Algunos destrozos del bombardeo (Fuente)


http://purnaindependentista.wordpress.com/