Los malagueños nacidos en el primer cuarto del siglo XX narran sus experiencias en la web 'Memoria de Málaga'
JESÚS ZOTANO. MÁLAGA. La recuperación de la memoria histórica es una de las grandes asignaturas pendientes en nuestro país. El creciente interés de historiadores, sociólogos, juristas y políticos, unido al de los protagonistas –en muchos casos sus familiares– de la contienda que vivió España entre 1936 y 1939, ha propiciado el auge del estudio de lo acontecido tras la sublevación militar contra el gobierno de la Segunda República. Durante décadas, la Guerra Civil ha sido tratada como tabú: imperaba la ley del silencio y la creencia de que era innecesario remover antiguas rencillas. Pero los tiempos han cambiado y el miedo ha desaparecido. Ahora la sociedad demanda información para evaluar las causas y consecuencias de uno de los más oscuros periodos de nuestra historia.
En esta labor de reconstrucción histórica destaca el proyecto Memoria de Málaga, un archivo de entrevistas en vídeo a personas mayores de ochenta años de toda la provincia en las que los entrevistados narran en primera persona cómo vivieron los años de guerra, la represión y la resistencia antifranquista. A través de estos testimonios, procedentes de personas pertenecientes a ambos bandos, se traza un fiel retrato de las condiciones de vida de los malagueños nacidos en el primer cuarto del siglo XX; desde sus actividades económicas hasta las relaciones sociales y personales, sin dejar atrás temas como la educación y las tradiciones de aquella época.
Impulsado desde la Vicepresidencia Segunda de la Diputación desde 2004, que ya se ocupó de la difusión del genocidio de la Carretera de Almería durante la Guerra Civil o de la lucha de los malagueños por la autonomía–, el archivo oral Memoria de Málaga tiene su base en internet. En la página www.memoriademalaga.es ya están disponibles las primeras 18 entrevistas realizadas hasta el momento, aunque la intención es que a finales de año, el número de entrevistas aumente hasta 150. La plataforma digital permite acceder a la versión íntegra de dichas entrevistas, de entre hora y media y tres horas de duración, o a una selección de cortes organizados por temas: mundo laboral, antepasados, escuela, vida doméstica, sanidad, juegos, noviazgo..., sin olvidar los grandes asuntos, como la propia Guerra Civil y los años posteriores.
«Este archivo es una experiencia pionera que ganará valor a medida que vaya creciendo. Las fuentes orales son una herramienta de gran valor en el estudio de la Historia, porque la experiencia directa no sólo aporta datos que a menudo no figuran en los registros escritos, sino que añade una visión humanizada de los hechos históricos. A medida que el archivo vaya sumando entrevistas, la información que ofrezca será más rica y variada», explicó ayer el vicepresidente segundo de la Diputación, Miguel Esteban Martín.
Las entrevistas se realizan a personas en plenitud de facultades mentales y su consulta en internet se realiza de forma inmediata. Entre estos primeros testimonios destacan el de Manuel Narváez Albertos, quien hizo de enlace de la resistencia republicana entre el sur de Francia y los socialistas catalanes en la clandestinidad, y el de Guillermo Jiménez Smerdou, que cuenta cómo vio arder la calle Larios y La Caleta de manos de cenetistas y anarquistas, además de recordar el caso de su tío Porfirio Smerdou, cónsul mexicano que salvó a cientos de personas de ambos bandos.
La Opinión de Málaga.es
En esta labor de reconstrucción histórica destaca el proyecto Memoria de Málaga, un archivo de entrevistas en vídeo a personas mayores de ochenta años de toda la provincia en las que los entrevistados narran en primera persona cómo vivieron los años de guerra, la represión y la resistencia antifranquista. A través de estos testimonios, procedentes de personas pertenecientes a ambos bandos, se traza un fiel retrato de las condiciones de vida de los malagueños nacidos en el primer cuarto del siglo XX; desde sus actividades económicas hasta las relaciones sociales y personales, sin dejar atrás temas como la educación y las tradiciones de aquella época.
Impulsado desde la Vicepresidencia Segunda de la Diputación desde 2004, que ya se ocupó de la difusión del genocidio de la Carretera de Almería durante la Guerra Civil o de la lucha de los malagueños por la autonomía–, el archivo oral Memoria de Málaga tiene su base en internet. En la página www.memoriademalaga.es ya están disponibles las primeras 18 entrevistas realizadas hasta el momento, aunque la intención es que a finales de año, el número de entrevistas aumente hasta 150. La plataforma digital permite acceder a la versión íntegra de dichas entrevistas, de entre hora y media y tres horas de duración, o a una selección de cortes organizados por temas: mundo laboral, antepasados, escuela, vida doméstica, sanidad, juegos, noviazgo..., sin olvidar los grandes asuntos, como la propia Guerra Civil y los años posteriores.
«Este archivo es una experiencia pionera que ganará valor a medida que vaya creciendo. Las fuentes orales son una herramienta de gran valor en el estudio de la Historia, porque la experiencia directa no sólo aporta datos que a menudo no figuran en los registros escritos, sino que añade una visión humanizada de los hechos históricos. A medida que el archivo vaya sumando entrevistas, la información que ofrezca será más rica y variada», explicó ayer el vicepresidente segundo de la Diputación, Miguel Esteban Martín.
Las entrevistas se realizan a personas en plenitud de facultades mentales y su consulta en internet se realiza de forma inmediata. Entre estos primeros testimonios destacan el de Manuel Narváez Albertos, quien hizo de enlace de la resistencia republicana entre el sur de Francia y los socialistas catalanes en la clandestinidad, y el de Guillermo Jiménez Smerdou, que cuenta cómo vio arder la calle Larios y La Caleta de manos de cenetistas y anarquistas, además de recordar el caso de su tío Porfirio Smerdou, cónsul mexicano que salvó a cientos de personas de ambos bandos.
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