SE ESPERABA HALLAR 30 PERO MUCHOS FUERON TRASLADADOS POR SUS FAMILIAS EN LOS 70
Ayer se retiraron 17 esqueletos de aragoneses fusilados, pero se cree que puede haber 2 o 3 cuerpos más por descubrir
FERMÍN PÉREZ-NIEVAS - Domingo, 24 de Abril de 2011
Una voluntaria de Aranzadi retira la tierra que rodea a uno de los cráneos encontrados en Urzante. (FERMÍN PÉREZ-NIEVAS)
URZANTE. Impulsados por la Asociación de Familiares de Fusilados, Asesinados y Desaparecidos en Navarra, la sociedad Aranzadi ha exhumado en el cementerio de Urzante entre el jueves y ayer sábado 17 cuerpos de fusilados republicanos que, en su mayoría, podrían proceder de localidades cercanas de Aragón. Urzante es una localidad (entre Cascante y Murchante) que desapareció a principios del siglo XIX y del que sólo queda una ermita y un pequeño cementerio. Ese emplazamiento era, ya en el verano de 1936, "un lugar sin vigilancia ni control. Sabíamos que había una cantidad importante de personas", explicó Olga Alcega de la asociación de familiares fusilados.
Esta labor se ha podido llevar a cabo gracias a una subvención del Estado de 57.600 euros que solicitó la Asociación Pueblo de las Viudas de Sartaguda.
INDETERMINADO Tarazona, El Buste, Vera de Moncayo, Novallas, Vierlas o Los Fayos son algunas de las localidades de las que procedían los asesinados que, en su mayoría, eran jornaleros. Pese a que la hipótesis inicial era la de encontrar alrededor de 30 cuerpos (entre ellos incluso alguno de localidades riberas), investigaciones posteriores han demostrado que a partir del año 1975, en cuanto murió Franco, muchas familias se lanzaron, a escondidas, a recuperar los cuerpos de sus familiares. De esa forma parece haberse constatado que han desaparecido alrededor de veinte vecinos de Cortes, diez de Tarazona, uno de Ablitas, otro de Ribaforada y un último de El Buste (Aragón). Sin embargo, como explicó una de las antropólogas de Aranzadi son testimonios que hay que tener en cuenta pero no resultan fiables al 100%. En aquellos años de la Transición, según les han relatado varios vecinos, algunas de las exhumaciones y traslados se realizaron porque los familiares reconocían la ropa.
Paco Echeverría, uno de los responsables de Aranzadi y que estaba al frente de esta exhumación, explicó que "en Navarra las familias no podían esperar e hicieron lo que pudieron recuperando restos. En este cementerio se colocaron placas de recuerdo. Ahora lo que hacemos es hacerlo con orden y sistema, pero no somos pioneros en nada y aquí se demuestra. No se puede reprochar nada a aquellas familias. Ya tuvieron mérito de atreverse ante la incomprensión de todo el mundo".
Durante estos días de exhumaciones, los antropólogos se han dedicado también ha recoger y grabar testimonios de vecinos que puedan servir para localizar más fosas o identificar a algunos de los fusilados. Precisamente ésa será una de las mayores dificultades ya que los adn comparativos proceden en algunos casos de sobrinos y no de descendientes directos.
BOCA ABAJO En el pequeño recinto del camposanto, de menos de 100 metros cuadrados, han podido exhumar hasta ayer 17 cuerpos, muchos de ellos con alpargatas y abarcas reforzadas con goma de neumático. Entre los objetos personales apenas ha salido nada, algún proyectil y una cartera.
Los cuerpos encontrados aparecen, en su mayoría, en fosas de 2, 3 ó 4 personas y boca abajo con el cráneo fracturado "señal inequívoca de que son republicanos y no restos del cementerio enterrados antes de 1936". Pese a lo encontrado, Echeverría se mostró convencido de que aún puede aparecer en Urzante otra fosa con 2 ó 3 cuerpos más, un trabajo que han dejado para más adelante.
Alcega destacó que, para evitar casos como los de Urzante, donde no hay documentos que señalen qué cuerpos se han llevado, "es importante hacer hincapié que estamos pidiendo al Gobierno de Navarra un mapa de fosas. En otras autonomías se está haciendo. Se sabe el lugar, la cantidad de personas y si se han llevado a gente".
Aunque a partir del lunes comenzarán los trabajos de identificación de restos, es posible que bajo esta tierra se encuentren los esqueletos tiroteados de Lorenzo García Cortes (teniente de alcalde de Los Fayos, socialista de 30 años, fusilado el 30 de agosto de 1936), Pedro Redrado Martínez (contador de UGT, de Vera de Moncayo, de 58 años, fusilado el 20-12 de 1936) o el de Domingo Visanzay Sancho (vicepresidente de UGT en Novallas, de 34 años, asesinado el 15 de agosto de 1936)
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