MEMORIA HISTÓRICA
LOS FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS SE DIERON CITA COINCIDIENDO CON EL 75º ANIVERSARIO
Bildu y los Independientes apoyaron por unanimidad el emotivo homenaje
MARIAN ZOZAYA - Sábado, 24 de Septiembre de 2011
Los familiares, unidos en el recuerdo en Aoiz cuando se cumplen 75 años de los sucesos. (Marian Zozaya)
AOIZ. Coincidiendo con el 75 aniversario de los fusilamientos de 21 vecinos de Aoiz y de Lónguida, el Ayuntamiento agoizko por iniciativa propia reconoció la injusticia cometida con los que fueran vecinos de su villa aquellos fatídicos días que siguieron al alzamiento del 18 de julio del 36.
Lo hizo a través de dos actos sencillos. El primero de carácter más institucional tuvo lugar el jueves, con la aprobación por unanimidad de los dos grupos municipales de una moción de rechazo al Golpe de Estado de 1936 y a la Dictadura que originó, de reconocimiento y admiración por los 21 asesinados, y de agradecimiento a sus familias por haber mantenido viva su memoria. El segundo, llenó toda la tarde de ayer, cuando la sala de cultura, Aurelio León, se llenó de recuerdos y vivencias de esas que no tendrían que suceder nunca.
Invitados por el Ayuntamiento, Koldo Pla y Goio Armañanzas, de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, y el editor, José Mari Esparza expusieron sus puntos de vista sobre este pasaje de la historia antes de que se llevara a cabo el homenaje y lectura de la moción aprobada ante el monolito que recuerda a los fusilados.
Esparza fue el primero en tomar la palabra para hacer hincapié en la necesidad de recuperar la memoria, para lo que es preciso, matizó, llegar a las verdaderas razones de los fusilamientos y de la terrible represión sufrida, que se fundamenta -según el editor- en los sueños e ilusiones que la República hizo realidad, políticos, sociales y culturales: "Sufrieron porque intentaron cambiar el mundo, y cualquier reivindicación de la memoria pasa por reconocer sus ideales".
Koldo Pla prefirió ir a lo concreto, sin olvidar el contexto, y habló de la labor de la asociación en las exhumaciones, de los pocos medios con los que cuentan para recuperar los restos, "imprescindible para cerrar un ciclo del duelo", matizó, de la necesidad de un mapa de las fosas que faltan, y de un espacio en el cementerio de Pamplona donde se centralicen las fosas desperdigadas. Tampoco olvidó el mantenimiento del Parque de la Memoria de Sartaguda, y declaró que la asociación impulsará en este año del 75 aniversario una mayor implicación de los ayuntamientos y de las instituciones.
Desde su campo, la psicología, Goio Armañanzas reflexionó sobre la transmisión intergeneracional del trauma de la guerra. Entre los que le escucharon, los familiares de Antonio Arlegui, Valentín Carlos, Leocadio Díez, Miguel Erdozain, Pablo Gastesi, Martín Gil, Sergio Ilárraz, Mariano Inda, Manuel Indart, Martín Iribarren, Santos Itarte, Jaime Jiménez, Aurelio León, Jaime León, José Miguéliz, Bibiano Nagore, Fernando Navarro, José Villava, Tirso Aldaz, Quiterio Gil y Fortunato Begué, así como descendientes de otros fusilados navarros, entendían bien el verdadero significado de sus expresiones. Perdieron a sus seres queridos, unos lo recuerdan y a otros se lo contaron. El día en que nació Milagros, mataron a su padre, Leocadio Díez. Esther León, de 81, nunca olvidará la sombra del que, pistola en mano, se llevó al suyo. Las dos familias abandonaron Aoiz con el tiempo, y ellas sufrieron durante años la dura represión por ser hijas de rojos
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