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viernes, 23 de septiembre de 2011

El aroma de la libertad


(…) Supo la gran aventura, supo la estación más triste, supo el dolor que se viste de redención la cintura; supo la traición más dura, luego el silencio, el rumor, luego el murmullo, el clamor, y al fin supo del aullido, y del último estallido mi abuelo supo el amor.

Décimas de mi abuelo – Silvio Rodríguez

Desde los silencios de mi infancia lejana y de las palabras pronunciadas a media voz en las noches radiofónicas de “La Pirenaica” y “Canarias Libre”, los sonidos libertarios en aquella cueva del viejo comunista con olor a ron y tabaco de Virginio, se siguen percibiendo los miedos de mi abuela Frasquita por si de nuevo detenían a su Juan del alma, como en aquella noche de agosto cuando se lo llevaron de su lecho. Los disparos en Los Giles que se oían en la madrugada de Tamaraceite, los gritos y lamentos de quienes eran torturados en la finca de “Las Maquinas", las brigadas del amanecer llamando a las puertas para desaparecer a quienes defendían la democracia.

Todo este terror indescifrable vivió mi familia después de que fusilaran a Pancho y a los demás en el Campo de Tiro de La Isleta, con el cadáver asesinado del bebé Braulio González de tan solo cuatro meses todavía caliente en los brazos de mi abuela Lola, con mi tía Rosa curándose todavía las heridas de la tortura y los abusos sexuales en el cuartelillo del Ayuntamiento de San Lorenzo. Familias enteras condenadas a la indigencia tras asesinar o encarcelar a quienes traían el sustento diario a sus casas, a vivir la enorme lacra de la persecución, la intimidación, la marginación laboral y social. Apuntados por el dedo inquisidor de los fascistas del pueblo y rechazados por todos los que apoyaron esa dictadura sangrienta que duró cuarenta años.

Pequeñas líneas para el recuerdo en unos momentos donde vivimos otro tipo de represión, quizá más terrible, que por ahora no necesita los fusiles y los pozos para acabar con las personas que luchan. Ahora nos entierran con sus primas de riesgo, con "los deberes bien hechos" de las reformas y con recortes sociales, sanitarios y educativos inhumanos, amparados en la vergonzosa manipulación mediática y el bipartidismo más rancio y reaccionario.

Seguimos, seguiremos luchando por el amor tal como hicieron nuestros ancestros desaparecidos, fusilados y maltratados en lo más hondo de sus conciencias. Nunca podrán acabar con la esperanza y la dignidad de quienes entregaron y entregan su vida en causas tan nobles, dando todo sin esperar nada a cambio y sembrando para los otros semillas de esperanza y fraternidad.

http://viajandoentrelatormenta.blogspot.com/

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