"In memoriam" del 3 de marzo
Un año más, la clase obrera de Vitoria se vuelca con los actos de homenaje a las cinco víctimas de la represión franquista asesinadas en Vitoria en 1976. 34 años después, la memoria sigue intacta.
(Alex Larretxi)
Un ramo tricolor de bandera republicana engalanaba ayer el monolito de la plaza del tres de marzo. Todo un símbolo alrededor del cual giró la ciudad entera de Vitoria. Al menos durante veinticuatro horas. Aunque sólo fuera por el orgullo de no olvidar. Para que toda la ciudad recordase a cinco vecinos que se fueron hace ya 34 años y que cada tres de marzo regresan para avivar la llama de la lucha obrera. La pelea sigue vigente a pie de calle porque las razones que la motivaron en 1976 continúan teniendo la misma validez hoy en día. Como sucede todos los años por estas fechas, la memoria se endurece a fuerza de celebrar un homenaje por la mañana y una manifestación por la tarde.
Los representantes de LAB se encargaron, en solitario, de afrontar el primer tramo de los actos de ayer. Un pequeño escenario frente al puño de metal que emerge del asfalto sirvió para explicar que los trabajadores lo tienen hoy tan difícil como hace tres décadas y media. "Estamos hartos de que utilicen el dinero público para mantener los márgenes de beneficio de las empresas privadas", clamaron los representantes sindicales. Hubo palabras de apoyo para las mujeres trabajadoras, auténticas perjudicadas de la actual y de todas las crisis, para los afectados por los ERE y críticas para el estamento político. "No falta dinero, sobran ladrones. No nos podemos quedar parados viendo cómo expolian nuestros derechos, nuestro país", señalaron. Ayer, al igual que en 1976, estaba en juego la dignidad de la clase obrera.
Ya por la tarde, aumentó la representación sindical en forma de miles de personas. Una manifestación convocada por ESK, ELA, STEE-EILAS y LAB partió del mismo monolito a las 19.00 horas y recorrió Vitoria en busca de reconocimiento. Para las víctimas de aquel tres de marzo, para que se depuren las responsabilidades por lo ocurrido entonces y para las actuales víctimas de los ERE, de las reformas laborales, de los recortes en los derechos y, en suma, de la explotación laboral.
Ver misma noticia en Deia.com
Tres de marzo, sinónimo de impunidad
Los representantes de LAB se encargaron, en solitario, de afrontar el primer tramo de los actos de ayer. Un pequeño escenario frente al puño de metal que emerge del asfalto sirvió para explicar que los trabajadores lo tienen hoy tan difícil como hace tres décadas y media. "Estamos hartos de que utilicen el dinero público para mantener los márgenes de beneficio de las empresas privadas", clamaron los representantes sindicales. Hubo palabras de apoyo para las mujeres trabajadoras, auténticas perjudicadas de la actual y de todas las crisis, para los afectados por los ERE y críticas para el estamento político. "No falta dinero, sobran ladrones. No nos podemos quedar parados viendo cómo expolian nuestros derechos, nuestro país", señalaron. Ayer, al igual que en 1976, estaba en juego la dignidad de la clase obrera.
Ya por la tarde, aumentó la representación sindical en forma de miles de personas. Una manifestación convocada por ESK, ELA, STEE-EILAS y LAB partió del mismo monolito a las 19.00 horas y recorrió Vitoria en busca de reconocimiento. Para las víctimas de aquel tres de marzo, para que se depuren las responsabilidades por lo ocurrido entonces y para las actuales víctimas de los ERE, de las reformas laborales, de los recortes en los derechos y, en suma, de la explotación laboral.
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