Sobre las amenazas a cargos públicos

La entibadora
Apoyo extemporáneo
por juan kruz lakasta - Domingo, 18 de Octubre de 2009 - (Diario de Noticias)

Debate sobre la moción de condena de las amenazas de muerte proferidas por Falange y Tradición contra varios ediles de la Comarca de Pamplona en el excelentísimo Ayuntamiento de esta gloriosa ciudad. Extemporánea petición de apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado,
 que ni han sido amenazados por los violentos falangistas ni hasta la fecha han demostrado la más mínima efectividad en su persecución.
La ciudadanía ha hecho llegar a este periódico un análisis caligráfico que parece demostrar que el autor de la carta amenazante contra el edil ansoaindarra Koldo Pla y el de las pintadas contra ETB en el repetidor de Ioar es el mismo. De las investigaciones sobre este caso llevadas a cabo por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado nada se sabe, ni en este periódico ni en casa de los cada vez más numerosos amenazados: concejales, gentes que trabajan en el ámbito de la memoria histórica e independentistas. Por no saberse no se sabe ni si dichas investigaciones efectivamente se están realizando.
Así las cosas, parece claro que el único objetivo de esa chirriante petición de apoyo realizada por los ediles regionalistas es desvirtuar el debate, desviar el foco de la violencia falangista y recolocarlo donde siempre. Parece claro que hay quien no se siente cómodo condenando este tipo de violencia.
No sólo por lo ocurrido en el pleno. También por el comunicado emitido por UPN a cuenta de las amenazas contra Pla. Tilda los hechos de "totalmente rechazables en democracia". Pero ni utiliza la palabra condena ni conjuga una sola vez el verbo condenar.
Llama poderosísimamente la atención esa ausencia de una condena explícita que los regionalistas no se cansan de exigir a otras formaciones frente a otro tipo de violencias. Habida cuenta de que Falange y Tradición coincide en varios principios ideológicos con UPN, los regionalistas harían bien en marcar nítidamente las distancias para dejar claro que no dan pábulo a los violentos.
Con tal de despistar enmierdándolo todo, estos son capaces de acabar exigiendo la declaración de apoyo a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado como condición indispensable para acceder a los váteres del Ayuntamiento.