MUESTRA DE LA ARMH
Mar, 07/12/2010
LORETO VELÁZQUEZ / Aranda
Desde que en el año 2002 y con financiación municipal, se abrió la primera fosa en Montehermoso, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), ha continuado con una labor que se ha materializado en la apertura de 25 fosas en la comarca en las que se han encontrado restos de 480 cuerpos, de los que, hasta el momento, se han identificado tan solo a un centenar.
Con el objetivo de acercar el trabajo realizado en la zona, la Casa de Cultura de Aranda de Duero acoge hasta el próximo 15 de diciembre un recorrido que no pretende abrir más heridas, «sino cerrar una que nunca se debió abrir», explica el responsable de la muestra, José María Rojas quien recuerda que el objetivo de todo este proceso es devolver la dignidad perdida a tantas personas que «fueron vilmente asesinadas y arrojadas en cunetas». Así, algunas fotografías recuperan la historia de algunas vecinas de la capital ribereña como Teresa Rodríguez San Martín, que perdió a su padre, Lucio, que entonces era alcalde de Adrada de Haza y a su hermano, Julián, que tenía en el año 1936, 18 años.
Pero hay otras historias, otros dramas, que llegan para recordarnos un horror que «no se puede volver a repetir». Con estas palabras, el alcalde de Aranda, Luis Briones agradece la labor de esta asociación que «siempre contará con el apoyo del Ayuntamiento». «Están dando un entierro digno a las víctimas y un descanso también a las familias», apunta. Por su parte, la diputada socialista María del Mar Arnaiz, destaca la importancia de dar luz a una época oscura que repugna a un sistema democrático. «Con su historia, hemos llegado a esta convivencia». Aunque el pasado mes de noviembre la Asociación abrió dos fosas, en Villalba y Ventosilla, en las que descubrieron ocho esqueletos, todavía hay mucho trabajo por hacer y según Rojas, al menos queda una docena de enterramientos ilegales por descubrir.
Por ahora, preparan ya las nuevas excavaciones que tendrán lugar en Castrillo, Gumiel de Izán y Haza. El pasado mes de julio tenía lugar en Aranda un acontecimiento esperado por muchos, la entrega a los familiares de 86 burgaleses que fueron ajusticiados en 1936. Entre los 15 identificados había siete alcaldes, un diputado provincial y varios concejales. El resto, 71, tendrán que esperar porque aunque se conocen sus nombres no se sabe a quién corresponde cada uno.
Y es que, no es tarea fácil y según explicaba a este periódico hace unos meses, en la fosa de Milagros, el experto Francisco Etxebarría, a veces los investigadores no logran poner nombre ni a la mitad de los cuerpos porque no se logra extraer el ADN o no es posible su cotejamiento.
Desde que en el año 2002 y con financiación municipal, se abrió la primera fosa en Montehermoso, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), ha continuado con una labor que se ha materializado en la apertura de 25 fosas en la comarca en las que se han encontrado restos de 480 cuerpos, de los que, hasta el momento, se han identificado tan solo a un centenar.
Con el objetivo de acercar el trabajo realizado en la zona, la Casa de Cultura de Aranda de Duero acoge hasta el próximo 15 de diciembre un recorrido que no pretende abrir más heridas, «sino cerrar una que nunca se debió abrir», explica el responsable de la muestra, José María Rojas quien recuerda que el objetivo de todo este proceso es devolver la dignidad perdida a tantas personas que «fueron vilmente asesinadas y arrojadas en cunetas». Así, algunas fotografías recuperan la historia de algunas vecinas de la capital ribereña como Teresa Rodríguez San Martín, que perdió a su padre, Lucio, que entonces era alcalde de Adrada de Haza y a su hermano, Julián, que tenía en el año 1936, 18 años.
Pero hay otras historias, otros dramas, que llegan para recordarnos un horror que «no se puede volver a repetir». Con estas palabras, el alcalde de Aranda, Luis Briones agradece la labor de esta asociación que «siempre contará con el apoyo del Ayuntamiento». «Están dando un entierro digno a las víctimas y un descanso también a las familias», apunta. Por su parte, la diputada socialista María del Mar Arnaiz, destaca la importancia de dar luz a una época oscura que repugna a un sistema democrático. «Con su historia, hemos llegado a esta convivencia». Aunque el pasado mes de noviembre la Asociación abrió dos fosas, en Villalba y Ventosilla, en las que descubrieron ocho esqueletos, todavía hay mucho trabajo por hacer y según Rojas, al menos queda una docena de enterramientos ilegales por descubrir.
Por ahora, preparan ya las nuevas excavaciones que tendrán lugar en Castrillo, Gumiel de Izán y Haza. El pasado mes de julio tenía lugar en Aranda un acontecimiento esperado por muchos, la entrega a los familiares de 86 burgaleses que fueron ajusticiados en 1936. Entre los 15 identificados había siete alcaldes, un diputado provincial y varios concejales. El resto, 71, tendrán que esperar porque aunque se conocen sus nombres no se sabe a quién corresponde cada uno.
Y es que, no es tarea fácil y según explicaba a este periódico hace unos meses, en la fosa de Milagros, el experto Francisco Etxebarría, a veces los investigadores no logran poner nombre ni a la mitad de los cuerpos porque no se logra extraer el ADN o no es posible su cotejamiento.
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