Continúan las exhumaciones de fallecidos en el Fuerte San Cristóbal

Aparecen dos nuevas tumbas en Oteiza de Berrioplano

Miembros de Aranzadi comienzan el proceso de limpieza y extracción de los dos cadáveres en Oteiza

La Sociedad de Ciencias Aranzadi continúa con la búsqueda de presos fallecidos en el Fuerte San Cristóbal entre 1936 y 1942,  en el exterior de algunos cementerios de los pueblos que conformaban la Cendea de Ansoáin.
Tras haber excavado en Añézcar , donde apareció un solo cadáver, y en Berriosuso donde exhumaron otro, ahora lo hacen junto a la tapia del cementerio de Oteiza donde han aparecido hasta el momento dos cadáveres que exhumarán y llevarán para proceder a realizar los análisis antropomórficos y posiblemente también análisis de ADN para comparar con el de familiares de los presos que fueron inhumados en esta localidad, que según documentación consultada serían los 14 siguientes:
(Datos facilitados por la sociedad Txinparta)

Cementerio de Oteiza

Nº	1ºApellido	2ºApellido	Nombre	Natural de	Provincia	Fallece
1	De Lucas	Sánchez	Agustín	Robledo de Chavela	Madrid	31/01/1938
2	Muñoz	Azpeitia	Benito	Markina	Bizkaia	01/02/1938
3	Sánchez	Casado	Ramón	Rosario de Santa Fe	Argentina	25/04/1938
4	San Pedro	Lizarralde	Félix	Oñate	Gipuzkoa	29/12/1938
5	Silva	Ferreira	José	?	Portugal	01/03/1940
6	Cagide	Rodríguez	Rogelio	Sabrejo	Pontevedra	30/04/1940
7	Rodríguez	García	Anastasio	Corcos	León	23/08/1940
8	Cortés	Larruy	Ramón	Madrid	Madrid	05/02/1941
9	González	González	César	Villager	León	23/03/1941
10	Velázquez	Grande	Román	Gallegos	Segovia	08/06/1941
11	Mezcorta	Ugarte	Lucas	Respaldiza	Araba	12/09/1941
12	Moreno	Barreno	Honorato	Vegas de Matute	Segovia	20/11/1941
13	Sánchez	Braojos	Valeriano	San Martín de Montalván	Toledo	11/02/1942
14	Quevedo	Muñoz	Jesús	Tomelloso	Ciudad Real	24/03/1942

En buena lógica cabría suponer que estos dos esqueletos encontrados correspondiesen a los dos últimos enterrados en el año 1942 ya que a partir de ese año comenzaron los enterramientos en el cementerio del fuerte, cementerio construído precisamente a raíz de las quejas de los pueblos de la cendea de Ansoáin de que no quedaba espacio en sus cementerios para los fallecidos del lugar por haber ocupado todo con los enterramientos procedentes del Fuerte San Cristóbal.
Pero son sólo eso, suposiciones que los distintos estudios y análisis se encargarán de confirmar o desmentir.