Entrevista | Darío Rivas Cando hijo del alcalde de castro de rei represaliado en 1936, Severino Rivas Barja
El lucense Rivas Cando celebra que Argentina reabriera el viernes la causa de la dictadura, pero subraya que aún falta mucho para «hacer justicia» a las víctimas
- Autor: Gadea G. Ubierna
- Localidad: lugo/la voz.
-¿Cómo se siente después de la decisión de reabrir la causa al franquismo?
-Estamos muy contentos. Aquí, en Argentina, están retransmitiendo la noticia todo el tiempo y están todos muy interesados en lo que va a pasar. Es un paso muy importante. Si la causa continúa, hay en torno a 5.000 víctimas, hijos o familiares de represaliados, esperando entrar en el juicio.
-¿Qué harán ustedes ahora?
-Nosotros [en alusión a otra querellante, Inés García Holgado y once asociaciones] ya iniciamos el trámite para pedir por los crímenes y por los desaparecidos entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977. No soy comunista ni socialista, solo reclamo por los derechos humanos. Yo luché mucho por mi padre y no le devolví la vida, pero me hicieron la reparación de la memoria.
-Solicitan los nombres y actas de defunción de los que gobernaron con Franco. ¿Tienen esperanza de que alguno declare?
-La Justicia ya actúa de forma automática y va a reclamarlo. Yo ahora me rijo por la Justicia argentina, no por la española. Es el colmo que unos asesinos de Falange Española quieran enjuiciar al juez Garzón. No quiero criticar a todo el pueblo español porque no todos tienen culpa de lo que pasó, pero sí creo que España se atrofió políticamente por la Guerra Civil y, después, parece que el bienestar económico le quitó el sentimiento. ¿Cómo es posible que en España no se hayan investigado nunca las miles de muertes del franquismo? Es cierto que Garzón, a quien he visto dos o tres veces en Buenos Aires, no tiene causa propia en este proceso, pero yo suplantaré su lugar. No soy juez, pero tengo a mis abogados [ocho, ni más ni menos] para seguir hasta donde él no pudo.
-¿De dónde saca tanta energía?
-¡Yo soy joven! No tengo más que noventa años pasados, pero mi padre me da fuerzas para seguir. Llevo más de setenta años pidiendo justicia para él, y para todas las personas que, como él, fueron víctimas de unos asesinos que no han pagado.
-¿Cuándo empezó a investigar lo ocurrido con su padre?
-Lo quise averiguar mientras vivía Franco, a quien tuve oportunidad de ver frente a frente y de conocer. Yo trataba a gente que manejaba cosas de él y me invitaron a pescar en su barquito, pero me negué. También, en la plaza de toros de A Coruña, cuando todo el mundo se levantó a saludarlo, mi esposa y yo nos quedamos sentados y no me llevaron preso porque creyeron que era turista. ¿Cómo me iba a poner en pie ante la persona que ordenó la muerte de mi padre?
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