Monte Ezkaba, como una ballena varada en la Cuenca de Pamplona.
En su cima, incrustado en ella, la gran mole del Fuerte de Alfonso
XII.
Una gran obra de ingeniería, ideado para la
defensa, utilizado únicamente para la ofensa.
FUERTE SAN CRISTÓBAL, TU NOMBRE DUELE.
FUERTE SAN CRISTÓBAL, TU NOMBRE HUELE… A REPRESIÓN Y MUERTE.
“Penal del monte Ezkaba”, represión, miseria y muerte.
“Prisión fortaleza de San Cristóbal”, miseria, muerte y represión.
“Hospital Penitenciario de San Cristóbal”, muerte, represión y
miseria.
Demasiados nombres para un mismo lugar y una misma actividad:
prisión y represión.
Entre tus muros…
Miles de presos encerrados, maltratados, torturados, cientos de
ellos muertos, en nombre de un dios hecho a imagen y semejanza del hombre, a
medida de sus objetivos y deseos, de sus ideas y sus pasiones, utilizado por
muchos para disfrazar sus crímenes atroces, para justificar sus más bajas
pasiones.
Miles de vidas truncadas, de ilusiones rotas, de familias
deshechas, de planes desbaratados.
Miles de recuerdos lejanos, recuerdos familiares, de amores que
allá quedaron, de sueños soñados juntos, de futuros sin futuro.
Miles de historias, de grandes pequeñas historias, historias
lejanas del exterior e historias del interior de estos muros, historias de
sufrimiento, de hambre y miseria, de padecimientos y de muerte; pero también
historias de solidaridad, de compañerismo, de amistad, de ilusiones vivas, de
ideales inquebrantables.
Entre tus muros …
Encerraron, enterraron, todos esos sufrimientos, esos recuerdos,
esas historias, esos ideales.
Intentaron enterrar vuestras almas y vuestros cuerpos.
Pero no, no fuisteis enterrados, se entierran los muertos;
fuisteis sembrados, erais semillas vivas que al germinar ya no caben dentro de
estos muros, sus brotes y su perfume salen al exterior, florecen en el
exterior.
Historias que van saliendo, que vamos sabiendo, poquito a poco;
otras nunca se sabrán pero las imaginamos.
Vuestros ideales y valores se amontonan en tus puertas,
regadas con lágrimas y sentimientos, se extienden por toda la geografía.
Vuestras familias, año tras año vienen a visitaros, a
homenajearos, a contaros sus penas e ilusiones, sus recuerdos, a contarnos
vuestros recuerdos, vuestras historias, ideales e ilusiones; ya no son familias
extrañas, lejanas, sino una gran familia que va creciendo más y más a la sombra
de vuestro recuerdo.
Y cada 22 de mayo esa gran familia rodea estos muros ,
vienen a entregaros su cariño, sus historias e ilusiones, sus recuerdos y sus
flores; vienen a recoger vuestras historias y recuerdos, vuestros ideales y
vuestros frutos.
Cada 22 de Mayo (Domingo más próximo) celebramos ese encuentro con
alegría, con emociones y lágrimas, con música y canciones, con bailes, poesías
y flores y sobre todo...con corazón.
FUERTE SAN CRISTÓBAL, TU NOMBRE DUELE PERO, COMPARTIDO, EL
DOLOR ES MÁS LIVIANO.
FUERTE SAN CRISTÓBAL, TU NOMBRE HUELE… A SOLIDARIDAD, A HERMANDAD,
A IDEALES MANTENIDOS Y RENACIDOS,
TU NOMBRE HUELE… A ESPERANZA.
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