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sábado, 19 de mayo de 2007

La gran fuga del 22 de mayo de 1938

Como todos los años desde 1988 donde se inauguro el monolito en recuerdo de los caídos por la libertad en su 50 aniversario en las faldas del monte Ezcaba a orillas de la ciudad de Pamplona, llevado a cabo por la Sociedad Cultural Txinparta en recuerdo y homenaje de aquel día 22 de mayo de 1938 cuando en el Penal del Fuerte Alfonso XII, mejor conocido como el Fuerte de San Cristóbal, se llevo a cabo la más grande fuga conocida en toda la historia de España y una de las más grandes del mundo.

Muchas cosas han pasado desde ese año, en que unos cuantos sobrevivientes de la fuga apoyados por los pueblos de Antsoain y Berriozar, así como sus Cendea y Consejo. Txinparta y un profesor que por casualidad cayo en sus manos la documentación de los Consejos de Guerra de la fuga, y que en base a ello logro reordenar la cronología de los sucesos con una nitidez impresionante creando la radiografía donde se vieron reflejados todos los que ahí habían dejado parte de su vida, sacándolo a la luz en un hermoso libro “La fuga de San Cristóbal 1938” escrito por Félix Sierra Hoyos y publicado por quienes también creyeron que era necesario que esta gesta no continuara en el olvido, la editorial Pamiela.

En el año de 1997, tuve la fortuna de trasladar a mi padre Rogelio Diz Fuentes de México a España para que se encontrara en Madrid con seis de sus compañeros, Jacinto Ochoa, Leopoldo Cámara, Juan y José Miguel Alberdi, Josu Urresti y Tomas Gaona. Independiente de la gran alegría que ocasiono a mi padre volverse a encontrar con sus antiguos compañeros de prisión casi sesenta años despues, a mi, personalmente el conocerlos me marco para siempre, así como el contacto con sus familiares, logrando un lazo de amistad que perdura hasta la fecha aun a pesar de que sus luces se fueron apagando.
En tributo a ellos publique en el año 2000 el libro “ Memorias , Pensamientos y Versos” donde narro la historia de mi padre tal y como tantas veces él me la contó, y ocupa un lugar predominante su estancia en la prisión del Fuerte de San Cristóbal, así como su fuga, donde a pesar del maltrato, el hambre y la injusticia a la que fueron sometidos, también se gesto el compañerismo, la solidaridad, la lucha y unión entre los que la padecieron, cumpliendo además el deseo de todos ellos en que esta parte de la historia no quedara en el olvido.
Fue en el 2004, cuando pude asistir al 66 aniversario de la fuga del Fuerte de San Cristóbal, casi todos habían muerto ya incluyendo a mi padre, pero ahí estaban sus familiares, hijos, nietos, primos o sobrinos, y volví a convivir con otros ex-presos que no conocía, como Félix Álvarez, Santiago Robledo, Moisés Alonso y el maravilloso Agapito Galindo, un octogenario con una mente limpia y lucida, hombre cabal y sincero que de forma amena nos contaba las diferentes anécdotas que vivió en aquellos tiempos de prisión.
El homenaje se rindió en la puerta de la prisión, al sernos denegado el permiso para entrar en ella, cuando esta edificación se encuentra en el más total abandono, es paradójico ver que algunos gobiernos heredados del anterior sistema, continúen poniendo trabas a ciertos homenajes que no les gustan, si a nuestros padres o abuelos juzgados por tribunales ilegales fueron condenados y no los dejaban salir, a nosotros sus descendientes, aun ahora no nos dejan entrar para poder conmemorarlos.
Me es grato saber, que él libro que escribí, sirvió también como base bibliografica en el apartado dedicado a Navarra que escribieron Emilio Silva y Santiago Macias en su libro “Las fosas de Franco” así como en el 2005 vio la luz “Fuerte de San Cristóbal – La gran fuga de las cárceles franquistas” escrita por Félix Sierra en compañía de Iñaki Alforja, un nuevo libro basado en el anterior pero en una edición más elaborada con mucha más información tanto documental como grafica y con un CD donde se encuentran todos los datos de los 4.943 presos que pasaron por el penal, además de los testimonios de 30 presos, 3 presos gubernativos y 3 mujeres. Una excelente obra de la editorial Pamiela.
Tan solo unos meses después Iñaki Alforja dirigió y produjo un extenso cine-documental de 70 minutos de duración en la película “Ezcaba – La gran fuga de las cárceles franquistas” la cual ya ha sido pasada en diferentes cinetecas y exposiciones de referencia a la memoria histórica.
Todos estos avances, como la reciente localización de un cementerio del Fuerte gracias al trabajo conjunto de la Asociación de Familiares Fusilados de Nafarroa y la Asociación Cultural Txinparta con Joseba Ezeolaza y Koldo Pla a la cabeza, además del apoyo de Uxue Barcos parlamentaria de Nafarroa Bai se han visto opacados con las diferentes trabas y obstáculos que tanto el gobierno de Navarra desde UPN como el del Estado por parte del gobierno socialista.
Por parte de UPN y del PP, se han negado a condenar la violencia de parte del ilegitimo gobierno golpista durante la Guerra Civil como en la dictadura, mostrando su hipocresía al señalar lo mismo por parte de la izquierda abertzale, de la misma forma que buscan impedir que ese espacio que ocupa el Fuerte y que se encuentra en total abandono, sea utilizado en un proyecto integral con fines recreativos y sociales, resguardando un espacio también como museo de la memoria y homenaje a todas las victimas del Fuerte de San Cristóbal, que como dijo Don Carlos Pérez Nievas, Vicepresidente Primero del Parlamento de Navarra : “No es posible una democracia sin memoria”.
Y a nivel del Estado, el PSOE nunca supo manejar la situación, Maria Teresa Fernández de la Vega, quizás pudo más su herencia franquista que su convicción socialista, logrando una Ley descafeinada y espuria, traicionando su propio espíritu y convirtiéndola en una Ley de punto final.
Pero nosotros seguimos adelante sobre la estela que nos dejaron nuestros progenitores, sin claudicar nunca y tratando de que este recuerdo nunca quede en el olvido, este año la cita es el sábado 20 de Mayo donde seguro como siempre podremos revivir nuevamente la historia de nuestros mayores, acompañados de algunos, (desgraciadamente cada vez menos) de quienes por viva voz lo padecieron, pero por cada uno que se apague su voz, diez saldremos como un eco a repetirla para que esta jamás se llegue a extinguir.

Rogelio Diz-Analista político e hijo de fugado del Fuerte de San Cristóbal.
Xornal.com / Rogelio Diz. 19.05.2007

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